Más de 9.200 jóvenes residentes en Euskadi reciben anualmente apoyo económico del Departamento vasco de Vivienda para pagar el alquiler de sus pisos, mientras que en los últimos tres años 4.369 vascos de entre 18 y 35 años han accedido a una vivienda protegida.
Estos datos se recogen en el informe "Población Joven y Vivienda" elaborado por el Observatorio Vasco de la Vivienda, que analiza la situación actual de este colectivo y las tardías tasas de emancipación en la comunidad autónoma provocadas por la situación del mercado laboral entre las personas de estas edades y la escasa oferta de viviendas asequibles.
Para intentar paliar esta situación el Gobierno vasco ha puesto en marcha distintas acciones y ayudas, entre ellas la creación de un cupo de acceso prioritario para los jóvenes del 40 % en las promociones de alquiler. Además, son el colectivo prioritario en los alojamientos dotacionales.
En cuanto a las ayudas, 3.777 jóvenes cuentan con ayudas directas para el pago del alquiler dentro del programa Gaztelagun, programa del que han disfrutado cerca de 6.000 beneficiarios desde que se puso en marcha en 2019.
Además, 5.060 perciben la Prestación Complementaria de Vivienda y 112 la Prestación Económica de Vivienda y 350 son beneficiarios de los programas destinados a la movilización de vivienda vacía.
En Etxebide, están registrados 30.798 demandantes de entre 18 y 35 años, de los que dos de cada tres solicitan un hogar en régimen de alquiler.
El informe se remite a datos de 2021 para recordar que, pese a tener condiciones laborales peores, las mujeres cuentan con tasas de emancipación superiores a los hombres, un 38,1% frente al 27,7% en el caso de ellos. Ambas tasas son entre las personas de 18 a 34 años las más bajas desde el año 2010.
La edad media de emancipación en Euskadi son los 29,7 años según datos de 2021. Por tramos de edad, el 71,5 % de la población de 30 a 34 años ya no vive en casa de sus progenitores, porcentaje que se reduce al 32,8 % en el caso de las personas de 25 a 29 años y al 5,2 % en la franja de edad de 18 a 24 años.
Las razones principales de estas tasas pasan por que 7 de cada 10 menores de 30 años lleva menos de dos en su puesto de trabajo, una proporción que asciende a uno de cada tres en la franja de 30 a 34 años.
El acceso tardío al empleo estable y de calidad también impacta en el acceso a la vivienda, ya que solo el 40 % de las personas de 25 a 30 años están ocupadas, un porcentaje que crece al 80 % entre los 30 y los 35 años, aunque uno de cada tres de esta última franja tiene empleos de baja calidad.
El informe cifra la nómina mensual en 1.273 euros netos para jóvenes de 25 a 29 años y en 1.558 euros netos para los de entre 30 a 34 años. Por ello, para el pago de hipotecas se supera el 50 % de estos salarios netos y en el caso del alquiler del 54 %.
Sin embargo, la vivienda protegida es más asequible para las personas jóvenes, ya que se lleva el 28 % del salario neto medio mensual de este colectivo.