Tras más de 20 años vistiendo a mujeres con tallas grandes, Pepi Unanua Artolain (Beasain, 1960) se prepara para bajar la persiana de su tienda, ubicada en el centro de Beasain. A sus casi 65 años, le ha llegado el momento de la jubilación, un cambio que afronta con sentimientos encontrados. Y es que por un lado, le apena despedirse de su negocio y de sus clientas, pero por otro, tiene ganas de disfrutar del tiempo libre. "Soy muy activa y en casa no me quiero quedar. Ahora quiero viajar y hacer actividades que me gusten y llenen", comenta con entusiasmo.
“ Destaca que las clientas de tallas grandes son muy fieles ”
Su tienda, Andreak Jantziak, cerrará definitivamente el próximo 9 de mayo. Las clientas ya le han mostrado su tristeza por el cierre, preocupadas por dónde podrán comprar ahora su ropa. Pepi reconoce que le encantaría que alguien continuara con la tienda, pero no hay relevo, especialmente con las nuevas formas de consumo. "Me da pena porque sé que muchas mujeres dependen de este espacio. Algunas incluso vienen desde Urbina, Altsasu y Villabona", explica. Además, destaca que las clientas de tallas grandes son muy fieles, porque no encuentran en cualquier sitio ropa que les haga sentirse bien y, cuando encuentran un lugar donde de verdad se les entiende, se quedan.
Necesidad convertida en tienda
La historia de Pepi en la cuesta de la plaza de Beasain comenzó hace más de cuatro décadas. Primero tuvo un bar, luego una librería y tienda de manualidades, hasta que decidió abrir Andreak Jantziak. Desde siempre se ha sentido atraída por la moda, y, de hecho, cuando tenía la librería, solía confeccionarse su propia ropa. Fue precisamente esa afición y su propia experiencia personal lo que la llevaron a abrir su tienda de tallas grandes. "Yo misma soy una mujer de talla grande y veía que no había tiendas en la localidad que ofrecieran opciones modernas y variadas para nosotras. Además, la mujer vasca, por constitución, suele ser ancha, por lo que la demanda existía", señala.
En su tienda se pueden encontrar prendas desde la talla 42 hasta la 60, aunque en algunos años llegó a tener hasta la 64.
Su objetivo siempre ha sido que cualquier mujer pueda vestirse bien sin importar su talla. "El tema de los cuerpos y las tallas es complejo, especialmente para las mujeres. Tener una talla grande no significa no poder vestirse bien y sentirse atractiva", afirma.
Con los años, Andreak Jantziak se ha convertido en mucho más que una tienda de ropa. Es un espacio de conversación y confianza. Pepi ha conocido a mucha gente gracias al negocio e incluso ha hecho muy buenas amigas.
Del negro al color
“ Su objetivo siempre ha sido que cualquier mujer pueda vestirse bien sin importar su talla ”
La moda ha cambiado mucho desde que Pepi Unanua comenzó en este sector. No obstante, ella siempre ha apostado por la modernidad. "No por tener talla grande tienes que vestir de negro o colores oscuros", dice. Aunque admite que durante años recurrió a esos tonos porque le costaba verse bien con otra ropa, decidió romper con esa. "Al principio, se vendían sobre todo colores oscuros, pero fui introduciendo prendas más alegres y modernas. Ahora gustan mucho", declara.
Andreak Jantziak siempre ha abarcado a una clientela muy amplia, principalmente de entre 40 y 70 años. Asimismo, revela que las tallas más requeridas son las intermedias, de la 46 a la 54.
Ocasión para renovar el armario
En este tramo final de la tienda, todas las prendas están rebajadas. Las de otoño-invierno tienen precios de 20 y 25 euros, mientras que las de primavera-verano están a mitad de precio. Pepi también ha puesto a la venta bisutería y complementos, convirtiendo este cierre en una oportunidad para renovar el armario.

Pepi Unanua en su tienda de Beasain
Gratitud
A pocas semanas de bajar la persiana, Pepi Unanua quiere agradecer a todas las personas que han pasado por su tienda en estas más de dos décadas. "El 99% de la clientela es majísima, y si este negocio ha cumplido 21 años de vida, ha sido gracias a ellas", concluye.