La Semana Grande de la vuelta a la normalidad atrajo a más de un millón cien miel personas a Donostia con los fuegos artificiales y los conciertos en Sagüés como, una vez más, sus actividades más concurridas. Las fiestas de “la ilusión y el respeto” se saldaron, no obstante, con dos notas negativas: los cinco pinchazos a mujeres y las malas condiciones climatológicas, que obligaron a cancelar parte del programa de actividades durante dos jornadas.
“Estamos contentos porque ha sido una Semana Grande de la coordinación y la lealtad, lo que ha permitido unas fiestas de la ilusión y el respeto”, ha explicado este lunes el concejal de Cultura, Jon Insausti, durante la presentación del balance de fiestas. En total, 1.133.000 personas han participado este año en las más de 400 actividades festivas programadas, siendo, como ya es tradición, el concurso internacional de fuegos artificiales y los conciertos en la explanada de Sagüés sus principales reclamos.
A pesar de que la lluvia y el fuerte viento obligaron a cancelar el disparo programado para el día 17, correspondiente a la casa inglesa Fully Fused, y condicionó la asistencia del día 18, que estuvo en duda hasta el último momento, alrededor de 488.000 personas siguieron los diferentes lanzamientos, siendo el último, el del día 20 con el espectáculo piromusical, el que más gente congregó, un total de 110.000 personas. “Además, se ha alabado mucho la calidad y la música seleccionada”, agregó Insausti. Los lanzamientos correspondientes a las tres primeras jornadas de fiestas y al del día 19 también alcanzaron las 100.000 personas.
Tras los fuegos, la música fue la principal atracción para la gente y los conciertos en Sagüés sumaron a 74.500 espectadores. Esta cifra también se vio afectada a causa de las cancelaciones de Ana Guerra y Mitic por el mal tiempo, por lo que los artistas vascos fueron los más esperados: Gatibu cerró la fiesta con 18.000 personas, Zetak reunió a 13.500 e Izaro alcanzó las 11.000 personas. Además, La M.O.D.A. actuó ante 12.000 espectadores, Ariel Rot y Kiko Veneno ante 11.000 y Green Valley para 9.000.
En lo que se refiere al resto del programa de actividades, las mayores concentraciones de personas se dieron con el Cañonazo inicial, que congregó a 12.000 personas, y la visita de los gigantes y cabezudos del Bidasoa el día 15, que reunió a 20.000 personas a lo largo de su recorrido, convirtiéndose en “todo un récord” en la ciudad.
En lo que se refiere a las ferias del Paseo Nuevo, más de 65.000 personas se acercaron a ellas con algunos altibajos como consecuencia de los contratiempos meteorológicos. Por el recinto ferial infantil situado frente al Koldo Mitxelena, por su parte, pasaron 30.700 personas.
Repasando las diferentes actividades, el concejal de Cultura también se ha mostrado “muy contento” con las novedades incorporadas al programa de este curso, por lo que, “probablemente” todas ellas se mantengan de cara al próximo año. Son el caso de la competición Uliako Harria para mujeres harrijasotzailes; el paseo en canoa por el río Urumea, “muy bien valorado por los participantes”; el espacio para la música electrónica en el parque de Aiete, con más de 2.500 asistentes; y el tobogán acuático gigante en la Zurriola, al que se acercaron más de 3.000 familias.
Cinco pinchazos
En el otro lado de la balanza, en la parte negativa de los festejos, se encuentran los cinco casos de pinchazos a mujeres, solo uno de ellos denunciado ante la policía. Una nota discordante para una Semana Grande que “se han podido celebrar sin incidentes destacables” y que han permitido “una fiesta segura”. “Los donostiarras han podido hacer grande su semana”, ha destacado Insausti.
A ello hay que sumar las inclemencias meteorológicas, que obligaron a suspender los fuegos artificiales por primera vez en los últimos 45 años y que anularon “el buen ambiente de todos los visitantes que han acudido a la ciudad”.
Con la mirada ya puesta en las fiestas del 2023, Insausti quiso también agradecer la implicación de “todos los servicios públicos, creadores e instituciones” implicadas este año y la “excelente coordinación” para celebrar el mejor regreso posible de la Semana Grande tras dos años pandémicos.