El Dakar que arranca hoy ha echado a andar sin que nadie meta la primera marcha. “Sainz siempre intenta quejarse de muchas cosas”, espetó Nasser Al-Attiyah en las horas previas al comienzo de la cuadragésimo quinta edición del rally raid más prestigioso del planeta, que de nuevo se desarrollará íntegramente en Arabia Saudí. El vigente campeón comienza así una nueva batalla, golpeando desde el apartado psicológico, imprimiendo tensión, desconcertante como cuando en 2020 bramó “los voy a matar a todos” antes de tomar la salida. Se muestra crecido el tetracampeón catarí (2011, 2015, 2019 y 2022), que a bordo del Toyota asegura: “Mi rival será Loeb, no los Audi”.
Y es que a juicio de Al-Attiyah los grandes rivales serán los Prodrive, que entre otros cuentan con Sébastien Loeb, nonacampeón del mundo de rallys. “Vamos con grandes ambiciones. Eso no significa que lo abordaremos sin humildad, o incluso sin tener en cuenta la competencia tan fuerte que vamos a encontrar, pero me gustaría añadirlo a mi lista algún día”, manifiesta el francés sobre un evento que se pone en marcha hoy y se prolongará hasta el 15 de enero con catorce etapas, el prólogo y una jornada de descanso por delante que cubren 8.549 kilómetros, con 4.706 de especiales cronometradas .
Carlos Sainz apuesta por un perfil bajo en relación a Al-Attiyah. “No somos favoritos, pero tenemos un coche competitivo para luchar por la victoria”, sostiene a sus 60 años el tricampeón madrileño (2010, 2018 y 2020), que persigue ser el primer ganador con un coche híbrido, el Audi RS Q e-tron E2. Con el predecesor modelo y en la pasada edición, El Matador ya alcanzó la primera victoria de un coche electrificado; ahora ansía seguir haciendo historia. Stephane Peterhansel, Monsieur Dakar, que ganó catorce ediciones, las seis primeras en motos y otras ocho en coches, es otro alistado en Audi, junto a Mattias Ekstrom. El sueco es de los pilotos más completos, campeón de DTM, del World Rallycross o ganador de la Race of Champions.
“Obviamente, nos acercamos a este Dakar con mayores ambiciones que las de 2022. El año pasado el proyecto se puso en marcha en muy poco tiempo. Estamos mejor preparados. El objetivo debe ser luchar por la victoria. Somos tres pilotos que podemos presionar al máximo. Audi solo puede pensar en la victoria”, comenta Sainz, aunque también descubrió la debilidad de su bólido: “Pesamos 100 kilos más que nuestros rivales y eso se nota”. “El curso pasado todo sucedió en el último momento. Ahora hemos tenido tiempo para desarrollar aún más el coche y podemos luchar”, desliza Peterhansel.
Cabe destacar en este sentido que por primera vez el Dakar aplicará la Equivalencia de Tecnología (EoT) a fin de que ningún coche presente grandes superioridades. La FIA podrá modificar las prestaciones de las máquinas después de tres etapas para garantizar la igualdad. Así, se controlará la aceleración mediante GPS para traducir los kilómetros por hora de velocidad en potencia. En caso de que la entrega sea 6,8 caballos superior al resto, el coche será intervenido mediante el software, en el caso de los híbridos, o del turbo, para los vehículos de combustión. El sistema ha generado controversia porque implicaría modificar las reglas durante el transcurso de la prueba.
Todos estos pilotos citados se erigen en principales candidatos en el apartado de coches. Si bien, afrontarán el certamen más largo de cuantos se han celebrado en Arabia, con 500 kilómetros más que el año pasado. “Al final del último Dakar hablamos con los pilotos y nos pidieron un rally más largo, con más dunas y más dificultades. Y eso hemos hecho. Tendrá más ingredientes que aportarán dificultad y mayor aventura”, explica el director del Dakar, David Castera.
Dos semanas muy diferentes
La carrera vivirá un cambio de ritmo entre la primera y la segunda semana. Las primeras ocho especiales presentan jornadas largas, siendo la cuarta la más corta, con 573 kilómetros totales, mientras las demás irán en ascensión hasta alcanzar los 877 kilómetros. En los tramos cronometrados, la etapa más corta será de 375. Después del día de descanso en Riyadh, entre la octava etapa y la novena, y a excepción de la especial con la que se reanudará la carrera (Riyadh-Haradh), el resto de las jornadas tendrán menos de 275 kilómetros cronometrados, con acceso a una zona inhóspita del Empty Quarter, donde “no hay nada, no hemos encontrado ningún animal, persona, ninguna huella, ninguna pista... Está todo vacío”. “Es la primera vez que hacemos este recorrido tan distinto entre las dos semanas”, resume Castera.
Al-Attiyah (coches), el británico Sam Sunderland (motos), el chileno Francisco Chaleco López (Proto Ligero), Austin Jones (SSV), Dmitry Sotnikov (Camiones), Serge Mogno (Classic), Gerard Tramoni (Open), Alexandre Giroud (Quad) y Arunas Gelazninkas (Original by Motul) vencieron en 2022 y ahora tratarán de retener sus coronas. El Dakar aprieta el acelerador.