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Más híbrido que nunca: el dibujo de la Real para ganar al Espanyol

Los txuri-urdin insistieron con distintas fórmulas que poblaban la medular e implicaban sacar el balón jugado con una línea de tres defensas
Captura de pantalla correspondiente a la jugada del gol decisivo de la Real (2-1) contra el Espanyol
Captura de pantalla correspondiente a la jugada del gol decisivo de la Real (2-1) contra el Espanyol

La Real Sociedad obtuvo este domingo una importante victoria liguera ante el RCD Espanyol, en un partido marcado en clave táctica por los distintos movimientos txuri-urdin para meter mano en ataque a los pericos. Estos actuaron en Anoeta con un 4-2-3-1 que, en fase defensiva, se transformaba en 4-4-2, dibujo ante el que Imanol quiso poblar el centro del campo para encontrar la espalda de los pivotes visitantes. Lo consiguió en distintas acciones de la primera parte, antes de apostar más por las bandas en la segunda y de ver cómo el decisivo 2-1 se daba, curiosamente, con su equipo colocado según lo visto antes del descanso.

El panorama inicial resultó el esperado, ya que el cuadro catalán esperó a la Real con el mencionado 4-4-2. En él, el mediapunta Edu Expósito quedaba emparejado con Zubimendi, tapando también la línea de pase al pivote donostiarra si se mostraba algo más agresivo y avanzaba a por Aritz o Aguerd. Esta circunstancia, unida a las marcas de Kral (a Sucic) y de Aguado (a Marín), así como al trabajo interior de los extremos Puado y Roca, impedía a los txuri-urdin avanzar por dentro, y les condenaba a intentar atacar por las bandas.

La idea de Imanol, sin embargo, residía en hacer cosquillas al doble pivote del 4-4-2 perico, hurgando a la espalda de Kral y Aguado. Para intentarlo, el técnico diseñó dos versiones distintas de dibujos txuri-urdin, ambas con tres defensas y cuatro centrocampistas. Estas fórmulas combinaban la posibilidad de encontrar dentro a algún hombre libre y la presencia adelantada de jugadores que pudieran romper a la zaga rival con desmarques entre central y lateral.

Con semejantes dispositivos, la Real logró dominar al Espanyol durante la primera parte. No generó una riada de ocasiones, pero sí redujo a los pericos y logró enganchar en más de una ocasión con los hombres interiores. Tras el descanso y el empate perico, mientras, Imanol fue poco a poco cargando de desborde los extremos, con las apuestas por Barrene (primero) y Kubo (después). El equipo txuri-urdin pasó entonces a estirar el campo con ambos atacantes muy abiertos, y amenazando con Sucic y sobre todo Olasagasti las grietas que pudieran abrirse así en una ensanchada zaga visitante.

Dio la sensación de que el Espanyol agradecía en la segunda mitad el nuevo paradigma de juego realista, aunque el empuje final y una circunstancia importante terminaron propiciando el 2-1... La acción clave del encuentro se produjo tras un ataque que la Real comenzó dispuesta, precisamente, como durante la primera parte. Aguerd aprovechó la salida de tres txuri-urdin para avanzar hasta la línea de fondo, Barrene mantuvo muy dentro a su teórico par (el lateral El Hilali), y los interiores Brais y Olasagasti pisaron el área para hacer el gol.

Más allá del complicado momento que atraviesa la Real en materia de energía, con partidos cada tres días que generan un importante desgaste, el equipo txuri-urdin se las está arreglando para competir mediante dos vías que dependen de su entrenador: por un lado, la gestión de la plantilla y de las rotaciones para jugar siempre (o casi siempre) con piernas frescas; por otra parte, las distintas herramientas tácticas que Imanol siempre aporta a los suyos, tengan o no reflejo en el marcador. Al fin y al cabo, el fútbol es caprichoso y la escuadra blanquiazul ha ganado en esta última semana los dos encuentros en los que menos brillante se ha mostrado. Mientras, jugó mejor en El Sadar y perdió.

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2025-02-11T09:31:56+01:00
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