Objetivo cumplido. Sin lucidez en el juego ni efectividad en los metros finales de cara al arco, el Alavés superó anoche la ronda de treintaidosavos de Copa ante el Mérida. De este modo, el cuadro gasteiztarra afianza su plaza en el bombo para la próxima ronda de una competición que, por el momento, no ha generado ningún infortunio a una escuadra que vio en este torneo una buena oportunidad para concluir el mes de diciembre con un valioso triunfo.
No sin sufrir, el Glorioso cerró ayer el año natural con una victoria valiosa para revivir ese estado anímico mermado tras las derrotas ligueras y enfilar el comienzo del 2023 con una clasificación copera. Sin embargo, el laborioso triunfo logrado ante el Mérida confirmó, una vez más, la crisis de juego en la que está sumergida la escuadra albiazul.
Y es que, durante la segunda mitad de la contienda, el cuadro de Juanma Barrero campó prácticamente a sus anchas por el territorio del Alavés. El cambio de esquema de los extremeños les brindó una mayor soltura para triangular y la sala de máquinas del José Fouto se tiñó del color blanquinegro de los locales.
Es cierto que durante la primera mitad el Alavés estuvo cerca de la versión pretendida. No obstante, el partido se igualó con el paso de los minutos. Los locales tomaron el pulso a un equipo de superior categoría y las segundas jugadas fueron para los futbolistas del Mérida. Pero, a diferencia de los últimos compromisos del campeonato doméstico, el Glorioso supo sufrir. Cerró filas en la retaguardia para evitar males mayores pero, una vez más, los de Luis García no fueron capaces de llevar la batuta del juego.
Fruto de la igualdad que se vislumbró en el José Fouto es que el madrileño acabó la contienda con un once plagado de titulares. La eliminatoria no estaba cerrada ni mucho menos, el Alavés desaprovechó varias ocasiones claras para ampliar la renta y, en vista de que el Mérida estaba embotellando al Glorioso, Luis García no tuvo otro remedio que dar entrada a jugadores como Guridi, Moya, Miguel y Alkain. Todo un once de gala para poder pasar de ronda.
UN BUEN SABOR DE BOCA
El Alavés, que no se mostró especialmente eficaz en los metros finales, sí pudo al menos blindar su portería y detener la sangría de goles encajados en las últimas fechas. Es cierto que el partido de anoche no corresponde al campeonato liguero, pero sí que fue una prueba valiosa para dar un golpe sobre la mesa y acercarse poco a poco a la mejor versión. Con todo, el Glorioso podrá enfilar el próximo año con su plaza en dieciseisavos de final en el bolsillo y tras este triunfo recupera su espíritu competitivo para afrontar su particular maratón.