Incertidumbre. Es la palabra más usada por políticos y economistas para explicar la situación económica actual. Todos queremos certezas pero no es nada fácil que las tengamos en los próximos meses. Todo lo contrario.
“ Estamos en un escenario de incertidumbre. Lo que va a pasar no nos gusta. ”
Está claro que vemos claramente que todos los indicadores apuntan a una ralentización económica, según subraya Massimo Cermelli. Sin embargo, pide no ser "catastrofistas" sino realistas porque si el objetivo es que baje la inflación, la ralentización económica es "inevitable". Es "el coste a pagar" de que se reduzca la inflación. "Es el único camino que tenemos", remarca.
Medidas a tomar
Por ejemplo, el aumento del coste del dinero con la nueva subida de tipos de interés que planea el Gobierno español. Es una medida que busca disminuir la inflación y es un tema que le compete a esos organismos y en el que los Gobiernos no pueden intervenir.
Donde sí pueden hacerlo es en la fiscalidad. En este sentido pone como ejemplo la deflactación que las diputaciones forales han puesto en marcha. "Debería llevarse a cabo en el Estado también", señala. Esto y los impuestos energéticos son medidas que están en la mano de todos los gobiernos que además, recuerda, tienen más margen para poder llevarlas a cabo debido a que ha habido una mayor recaudación al tener una inflación tan elevada. "Son los dos puntos sobre los que trabajar", insiste.
Preocupación por la inflación subyacente
Pero no sólo debe preocuparnos el 10,4% de inflación que tenemos en este momento. Reconocen los expertos que la que más les preocupa en cualquier caso, es la inflación subyacente que ahora mismo está en el 6,4%. Y es que la subida de precios que estamos sufriendo desde marzo de 2021 se traslada a todos los productos de la cesta de la compra y no sólo a los alimentos o a la energía. Hablamos de ocio, transporte, etc.
“ Es lo que más nos preocupa porque la otra irá bajando pero la subyacente es como el colesterol o los michelines del verano. ”
El profesor de Economía, Massimo Cermelli considera que debemos fijarnos en cómo evoluciona China. El gigante asiático tiene una economía que se está estancando. Y esto tiene para nosotros una doble lectura. "Nos viene bien porque hará que haya menos demanda de materias primas pero nos viene mal porque tendremos menos productos de China y esos productos se van a encarecer", explica. "No podemos tener eternamente la ropa a uno o dos euros. Tendremos o menos producto o producto chino más caro".
Junto a esto hay que tener en cuenta, subraya, que China e India son los que están comprando a Rusia el gas y el petróleo y luego nos lo venden a Europa. "Al comprarlo aunque sea menos, hace que el precio del gas no disminuya", aclara.
Subida de las hipotecas
Pero este otoño no sólo vamos a tener que hacer frente a la subida en los precios de la cesta de la compra porque si suben los tipos de interés, suben las hipotecas al subir el euríbor que es el principal indicador.
Junto a esto hay que tener en cuenta que finalmente no ha habido un pacto de rentas y que la subida salarial tiene beneficios pero también efectos contrarios. "Si el SMI se lleva al 60% se elimina el riesgo de pobreza relativa. De ahí la necesidad de llevarlo a este nivel pero si subes mucho esto, las empresas pueden contratar menos", afirma.
“ Lo ideal sería garantizar que el SMI suba pero no demasiado y no se destruya empleo. ”
Massimo Cermelli insiste en que es necesario que haya negociación entre todos los actores implicados. Eso pasa por una negociación con la patronal. Tiene que ser "armónico", señala. Es importante que los gobiernos añadan el pacto de rentas, considera y que en ese pacto estén sindicatos, patronal y gobiernos. "Es imprescindible porque nos permite suavizar la incertidumbre en este otoño caliente".
Reconoce que el impuesto a las bancas y energéticas suena bien y que parece merecido pero considera que esa visión de "Robin Hood" puede afectar negativamente a las empresas. Ahora mismo hay empresas que están siendo rescatadas por los gobiernos en otros países de Europa, advierte. Se habla incluso de "rescate energético".
¿Midcat sí o no?
Respecto al proyecto de gaseoducto que una la Península Ibérica con Alemania a través de Francia ya ha quedado claro que no va a pasar por Francia a tenor de las declaraciones de Macron. Así que cobra fuerza la opción que une Barcelona con Italia. "España es un lugar estratégico. Son medidas interesantes y necesarias pero necesitan tiempo", reconoce.
A modo de conclusión, hablamos, dice Cermelli, de un escenario principal de estanflación. Es decir, estancamiento pero no recesión. De momento, afirma, la economía se está enfriando.