Por fin una buena noticia. El Índice de Precios de Consumo (IPC) disminuyó seis décimas en septiembre en relación al mes anterior y recortó de golpe su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 9%, bajando de los dos dígitos después de haber encadenado tres meses consecutivos por encima del 10%. Este dato deberá ser confirmado a mediados del mes que viene supone la segunda bajada consecutiva. La moderación se debe sobre todo a la bajada de los precios de la electricidad y, en menor medida, al abaratamiento de los carburantes y del transporte.
Pero además, la estimación de la inflación subyacente que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, también es positiva y disminuyó en septiembre dos décimas, hasta el 6,2%, situándose casi tres puntos por debajo del IPC general. Es el primer descenso que registra la inflación subyacente tras catorce meses consecutivos de ascensos.
Datos que podrían marcar una tendencia y se cumple por tanto la previsión de los expertos que en su día apostaron por una lenta pero paulatina disminución de la inflación de aquí a finales de año y que continuará en 2023.
"Es una buena noticia", afirma el profesor de Economía de Deusto Business School, Massimo Cermelli. "La dinámica de precios crecientes va disminuyendo y es un pequeño alivio. Es cierto que tendremos tipos de interés que subirán pero si vemos que remite la inflación, los bancos centrales serán menos agresivos y en 2023 la subida de tipos no será muy grande", explica.
“ Nos alegramos porque el panorama tiene menos nubes ”
Sin duda, esta bajada que deberá confirmarse a mediados de octubre, representa un "alivio" para los hogares y consumidores, acentuado por esa ligera bajada en la inflación subyacente que mide el precio de la electricidad, el transporte o la gasolina.
Cermelli afirma que el simple hecho de que la inflación esté en el 9% y no por encima del 10% y que vaya remitiendo, "nos marca una tendencia".
Inflación de segunda ronda
"Todo en general empieza a moderarse. Es positivo pero no debemos caer en la inflación de segunda ronda", advierte. Eso podría ocurrir si se produjera una subida excesiva de los sueldos ahora que se están negociando los diferentes convenios colectivos precisamente en busca de que los trabajadores puedan hacer frente a la inflación.
"Ahora sí y el Gobierno Vasco lo ha dicho constantemente este verano, hay que hablar de pacto de rentas", señala. Eso evitaría una subida excesiva de los sueldos que puede generar una rueda de aumento de consumo y en consecuencia de una nueva subida de precios.