A falta todavía de que su fichaje sea oficializado por el Baskonia, el próximo desembarco de Matt Costello en Vitoria tendrá un importante valor añadido. Y es que el pívot nacido en Michigan, con una asequible cláusula de rescisión en su contrato que será abonada de su propio bolsillo para abandonar el Gran Canaria y emprender una nueva aventura profesional en el Buesa Arena, está muy cerca de completar satisfactoriamente los trámites que le permitan no ocupar plaza de extranjero en la ACB.
Según ha podido confirmar este periódico, Costello se encuentra en estos momentos en vías de adquirir una nacionalidad africana y, por tanto, ser considerado a todos los efectos un jugador cotonou de cara al arranque de la temporada 2021-22. Los trámites en cuestión marchan a buen ritmo y tanto desde el entorno del jugador como del propio Baskonia se respira un clima de moderado optimismo para la fumata blanca.
En realidad, la consecución de un pasaporte, bien fuera de algún país europeo para ser comunitario FIBA o africano con el fin de actuar como cotonou, se convirtió desde un primer momento en una premisa indispensable a la hora de que el Baskonia se lanzara a por el fichaje de Costello, un híbrido entre un cuatro y un cinco que ha ofrecido un gran rendimiento durante los dos últimos ejercicios en las Islas.
Con un valioso pasaporte bajo el brazo, el aterrizaje del poste de 27 años y 2,08 metros permitirá al club vitoriano matar dos pájaros de un tiro en la confección de su proyecto. A la importancia de hacerse con los servicios de un cotizado jugador que estaba en el punto de mira de otros equipos de Euroliga como el Alba de Aíto, se añadirá el trascendental hecho de que el Baskonia liberará espacio para que, al menos, alguna plaza del perímetro –previsiblemente un base– se reserve a un norteamericano.
El otro jugador que actualmente ocupa plaza de extranjero en Vitoria es Alec Peters, cuyo segundo año de contrato es opcional dado que el pasado verano firmó un vínculo de uno más uno. Su continuidad o no en el vestuario azulgrana constituye otra incógnita que se resolverá en breve.
De lo que no hay duda es que la convivencia de ambos interiores dentro de un mismo techo con la etiqueta de extracomunitarios era, a todas luces, inviable y algo carente de cualquier lógica. De ahí la exigencia del Baskonia a Costello para adecuar un estatus que, por otro lado, aumentará su caché.
El todavía pívot del Gran Canaria ya intentó el pasado verano por todos los medios conseguir un pasaporte. Sin embargo, en su lugar quien lo hizo fue Jacob Wiley al recibir la nacionalidad macedonia y competir en un torneo oficial para el equipo presidido por Pero Antic.
Para que Costello complete todos los trámites y deje de ocupar plaza de extranjero en la ACB –en Euroliga no hay restricciones de ningún tipo en cuanto a nacionalidades–, todo hace indicar que el empujón definitivo será el viaje en primera persona a tierras africanas. Y todo ello como requisito previo a debutar con la selección en cuestión en una competición oficial.
En África tendrá lugar este verano un evento de indudable calado como el Afrobasket, fijado del 24 de agosto al 5 de septiembre en Rwanda con la participación de 16 países. Salvo complicaciones de última hora, allí se dejará ver Costello para satisfacción de un Baskonia que ve en él a un complemento ideal para conformar un juego interior aún con incógnitas.
Dusko Ivanovic ansía virtudes como la movilidad, el desplazamiento lateral en defensa, la amenaza exterior o la facilidad para correr el contragolpe. Pues bien, en ese sentido sus deseos pueden hacerse realidad con Costello en nómina.