Italia celebrará el próximo 25 de septiembre elecciones generales anticipadas tras la dimisión del primer ministro, Mario Draghi, según acordó este jueves el Consejo de Ministros en Roma, confirmaron a Efe fuentes gubernamentales.
Previamente el jefe del Estado, Sergio Mattarella, había firmado el decreto con el que quedan disueltas las dos sedes del Parlamento, el Senado y la Cámara de los Diputados, lo que obligaba a celebrar los comicios en el plazo de 70 días, como dicta la Constitución.
Draghi, que con el resto de sus ministros queda en funciones hasta la formación del nuevo Ejecutivo, se ha visto obligado a dimitir al perder el apoyo de una parte importante de la coalición de unidad nacional que dirigía desde febrero de 2021.
La fecha de las elecciones fue confirmada mientras tenía lugar el Consejo de Ministros presidido por Draghi que debía fijarla.
Esta misma tarde, el primer ministro, acompañado por la titular de Interior, Luciana Lamorgese, acudirán ante Mattarella para comunicarle la fecha del 25 de septiembre, que deberá ser decretada en la convocatoria oficial del presidente de la República.
El adelanto electoral de esta legislatura, que debía concluir en marzo de 2023, se debe a la dimisión de Draghi, formalizada este jueves por la mañana ante Mattarella, aunque seguirá en funciones hasta la formación del nuevo Ejecutivo.
Draghi presidió una coalición de unidad nacional en los últimos 17 meses, desde febrero de 2021, cuando recibió el encargo de gobernar para gestionar la crisis de la pandemia tras la caída de su predecesor, Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S).
Su coalición estuvo apoyada por prácticamente todos los partidos del hemiciclo, de izquierda a derecha, excepto por los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni.
Sin embargo, decidió dimitir hace una semana después de perder el apoyo del M5S tras semanas de desavenencias por varios motivos, como un decreto contra la inflación y los recelos de la formación populista a seguir armando a la resistencia ucraniana.
Entonces el jefe del Estado rechazó la dimisión y emplazó a Draghi a saldar su crisis en el Parlamento, adonde acudió el miércoles con la intención de recoser su coalición y volver a sumar a todos los partidos para culminar la legislatura.
No obstante, lejos de recomponerla, asistió al abandono de otros dos socios importantes, la Liga de Matteo Salvini y la Forza Italia de Silvio Berlusconi, por lo que no ha tenido más remedio que renunciar de forma irrevocable este jueves.