Afortunadamente, no siempre las anécdotas pueden elevarse al rango de categoría, pero en ocasiones esos episodios sirven para definir el todo desde un detalle. Con Pogacar, sucede. Lo recuerda Josean Fernández, Matxin, su director, en la antesala del Tour de Francia, donde el esloveno quiere alcanzar su tercer triunfo. Todo comenzó con el primero, un laurel inopinado, un hito extraordinario. "Recuerdo que en el primer Tour de Francia, Allan Peiper, el director, y yo, entramos a su habitación. Fuimos a hablar con Tadej. Él estaba con Joseba (Elgezabal), el masajista, y me acuerdo que estábamos charlando de otras cosas, no de la carrera en sí. Entonces Allan le comentó a Tadej si íbamos a seguir corriendo para ser segundos, para asegurar esa plaza. El pensamiento de Allan era que ser segundo con un corredor de 20 años era un premio para Tadej. Pero él no tenía esos planes. Me acuerdo que Tadej estaba boca abajo, en la camilla de masaje, y su reacción fue muy clara. Se giró y dijo: "¿como que para ser segundos?, no, no, no. Corremos para ser primeros, primeros". Ese pasaje explica al fenómeno esloveno. Ganó el Tour. El resto es historia.
Llega el Tour de Francia. ¿Cómo está Tadej Pogacar?
Él está bien. Hemos seguido el plan de estos años. No hemos modificado apenas nada. Cambiamos la Itzulia por otras dos carreras pero el resto lo hemos mantenido igual. Lo que está bien no hay que tocarlo. Es un poco como con en el coche. Si no tienes un problema no te preocupas de llevarlo al taller ni nada de eso. Solo de que vaya bien.
Pogacar dominó a su antojo el Tour de Eslovenia y en el resto de carreras disputadas se ha mostrado prácticamente intratable. La verdad es que asusta.
No es una cuestión de asustar o de no asustar, es simplemente una cuestión de las circunstancias que rodean el calendario que se ha planificado. Hemos hecho un calendario acorde a lo que buscábamos, con una planificación concreta. Introdujimos carreras con pavé en previsión de lo que podríamos encontrar en el Tour de Francia en la quinta etapa, que será una de las más importantes a priori.
Flota en el ambiente la sensación de que no hay rivales capaces de hacerle frente. Que el número uno le pertenece. ¿Qué opina?
No estoy para nada de acuerdo. Hay que respetar a los rivales. Para mí Roglic es un rival muy, muy complicado, y además el Jumbo ha sumado a Jonas Vingegaard. Corren juntos. Son grandes rivales. Ineos tiene tres corredores con mucho poder, para no estar tranquilos, con Daniel Martínez, Adam Yates y Thomas. Vlasov está fortísimo. Enric Mas es un corredor que siempre esta ahí, que es muy regular. También está O'Connor, que está creciendo mucho, y eso sin contar con los de siempre como Urán, Quintana, Pinot, Gaudu, Martin, Fuglsang€ No se puede pretender o creer que no hay rivales.
¿Está obligado Pogacar a ganar el Tour?
¿Crees que con 23 años alguien está obligado a ganar el Tour? Yo creo que tiene dos Tours de más de los que la gente podría haber imaginado. Al revés, con lo que tiene, con lo que ha ganado, con lo que se divierte, ¿tú crees que tiene algún problema en ese aspecto? No. No hay nadie obligado a ganar el Tour. Tampoco él. Esto no son matemáticas. Si el resto entendiera que el Tour lo tiene ganado, no competirían contra él.
De todos modos no ha perdido la voracidad.
Mira su palmarés. Esa es la respuesta.
¿Cómo lleva Tadej la presión de tener todos los focos sobre él?
Lo lleva bien. Más que presión tiene confianza. No lo afronta como presión. Sabe perfectamente que están pendiente de él, pero vive igual que antes. Como ciclista está rozando la perfección, pero como persona casi lo mismo. Es una excelente persona. No es indiferente ante los problemas que puedan tener el resto de compañeros. Es Tadej desde la A hasta la Zeta. Ha madurado en cuanto a confianza personal y ambición. Antes se preguntaba si podría, si estaría, si llegaría, si aguantaría y ahora tiene el punto de que sabe que lo puede hacer. La presión no le importa. Él tiene confianza.
Pogacar es otra vez el máximo favorito para el Tour. Eso parece indiscutible.
Es el corredor que ha ganado los dos últimos Tours de Francia. En ese aspecto es el máximo favorito a ganar. También te digo que siempre hay un inicio y un final. Cuando Bernal ganó el Tour se decía que ganaría los siguientes cuatro. También se pensaba que Thomas daría más continuidad a su victoria en el Tour. Lo que ha pasado en el pasado, está ahí, pero lo que hay que hacer es centrarse en el futuro y el presente. Hay que ser respetuoso con los rivales. Si no lo eres, empiezas a perder.
Sinceramente está un puntito mejor que el año pasado. Sobre todo en todo lo que rodea a la tranquilidad, la seguridad en sí mismo, pero a veces eso puede ser un hándicap. En ocasiones cuando sabes que eres capaz de hacer cosas, que lo tienes controlado, tiendes a relajarte un poco más. En el ciclismo, las caídas más duras ocurren cuando te relajas demasiado. Entonces hay que buscar el equilibrio perfecto entre la tranquilidad, la experiencia que ha adquirido en el Tour y evitar una relajación en exceso. Con Tadej hay que buscar que las situaciones no deportivas no estropeen el resultado.
¿Es Pogacar su principal rival?
El problema puede surgir de un exceso de relajación. Eso son los problemas que no podemos controlar y que, en ocasiones, ocurren. Quizás eso es lo más importante de cara a este Tour de Francia.
De momento, da la impresión, por sus logros, que Pogacar corre contra la historia.
Yo lo entiendo. Es el número uno y ha ganado las dos últimas ediciones del Tour. Una dando la sorpresa y otra confirmando que no es ninguna sorpresa. Está claro que sabe regular el esfuerzo. Es un corredor de fondo, tiene muy buen esprint y es muy bueno en la montaña. Tiene datos que si yo fuera el rival, estaría preocupado. Pero te vuelvo a decir que respetamos a los rivales. El año pasado si no fuese por la caída de Roglic, probablemente el Tour estaría de tú a tú. Si ahora a Roglic le sumamos Vingegaard, no está tan fácil como la gente se piensa. Incluso te diría que ganar será más difícil que el año pasado.
¿Por qué lo dice?
Porque de algún modo todos correrán contra Tadej. Si por algún motivo se queda o tiene algún problema todos van a ir a por él para eliminarle porque es un candidato a estar delante de ellos. Y es lógico. Es ciclismo. Es parte del juego. Ellos tratarán de hacerlo con él y nosotros con otros que estén en problemas si se da el caso. Después dependerá de las circunstancias de carrera.
Usted por suerte cuenta con Pogacar. ¿Cuál sería su planteamiento de carrera para tratar de eliminarle si fuera su rival?
No voy a desvelar los secretos. Si tuviera un planteamiento nunca lo haría público. La calidad que atesora Tadej está por encima de muchas tácticas, pero nunca se sabe. La verdad es que tiene muy pocos puntos débiles. Él es muy completo. Fisiológicamente es fortísimo y mentalmente muy completo y muy fuerte, pero la carrera está viva y puede pasar cualquier cosa. Tadej no está a salvo de todo.
El año pasado, los rivales intentaron eso en todo momento. En la etapa de Tignes quedaban 32 corredores y nosotros teníamos ocho. Es verdad que en la de Andorra Tadej se quedó aislado. Tenemos que intentar que no ocurra. Tenemos que protegerle.
¿Les interesa llevar las riendas del Tour desde el comienzo?
Si el resto de equipos espera que llevemos las riendas del Tour en todo momento, están equivocados. En las etapas al esprint no cogeremos ninguna responsabilidad. Con las fugas, lo mismo. Dejaremos hacer salvo que nos preocupe alguno de los escapados. Hay que dejar espacio deportivo a todos. No corremos en contra de nadie. No nos hemos generado ningún enemigo, sino todo lo contrario. El propio Tadej tiene una visión muy amable y respetable de la competición. Es un corredor que gusta porque es cercano, amable y es agradecido.
¿Cuál es su planteamiento de carrera?
Nosotros siempre hemos hecho un planteamiento para evolucionar en el día a día. Hay que adaptarse. No podemos analizar la carrera a días vista. Tenemos una planificación genérica pero luego nos centramos en el día a día.
La etapa del pavé es la que muchos señalan como la más peligrosa por que puede resultar incontrolable. ¿Cuál es su opinión?
Está claro que la etapa del adoquín es muy importante. La crono inicial servirá para ubicar a cada uno en la general. Definirá donde está cada uno. La del pavé es una etapa complicada. Si todo va sobre el papel y no hay caídas o situaciones distintas a las meramente deportivas, Tadej ha demostrado que va muy bien sobre el adoquín. Rueda de maravilla. El resto sabe que él va muy bien también ahí. No hay que olvidar que también está la etapa que atraviesa el puente de Copenhague, completamente abierto al viento. Son diez kilómetros y seguro que existe muchísima tensión. Es una zona en la que te pueden sacar tanto tiempo como en un puerto de montaña.
Hay varios finales en alto, con una configuración más clásica, donde se supone que los mejores se medirán cara a cara.
Sí, hay muchas etapas que son significativas por el nombre de las montañas, pero digamos que son etapas de piernas. Mi objetivo es dejar a Tadej bien posicionado y con gente de apoyo para afrontar esas jornadas. Son las etapas en la que un ciclista gana por piernas, por calidad, y en ese escenario Pogacar es buenísimo. Esas me preocupan menos. Sin embargo, como director, para mí son más problemáticas otra etapas en las que un director no puede ganar la etapa pero sí perder la carrera. Hay etapas que tácticamente me preocupan más que las de montaña. La de Saint Etienne, la de Mende€ en esa clase de etapas y otras sin tanto nombre hay que tener el escenario controlado y no resulta sencillo.