El alcalde Maya va a terminar la legislatura generando un sustancial incremento de la deuda del Ayuntamiento de Pamplona después de 10 años de continua reducción del endeudamiento y de un aumento de los remanentes.
La gestión que ha hecho Navarra Suma en estos 4 años en el gobierno municipal ha roto esa tendencia de contención del gasto, hasta provocar la desaparición casi completa de los remanentes de tesorería (se ha reservado una parte para gastos generales) y la obligación de solicitar nuevos préstamos.
Una situación así no se producía en el Ayuntamiento de Pamplona desde 2012, durante el primer mandato de Enrique Maya, cuando por culpa del agujero que dejó Yolanda Barcina en las arcas municipales el alcalde se vio obligado a solicitar 12 millones al Banco Europeo de Inversiones para hacer frente al elevado endeudamiento, que en aquel momento se situaba por encima de los 115 millones.
Desde entonces la deuda no ha parado de bajar –con el cuatripartito se redujo en un 36,5%– a lo que sin duda ayudó la Ley de Estabilidad Financiera, que limitaba la capacidad inversora de las entidades locales en favor de las amortizaciones de deuda; al mismo tiempo que favorecía el aumento de los remanentes de tesorería.
Los informes técnicos avisaron del riesgo
La gestión de Navarra Suma en este tramo final del mandato ha terminado con esa tendencia ahorradora, tras ignorar repetidamente los informes de los técnicos municipales que avisaron del riesgo ante el imparable aumento de los gastos corrientes sin una contrapartida en los ingresos.
Para evitar la parálisis municipal y sin capacidad de buscar apoyos, el equipo de Gobierno ha tenido que recurrir a la financiación externa para acabar la legislatura.
El endeudamiento provocado por Navarra Suma llega después de diez años de contención del gasto y de ahorro, con el mayor presupuesto de la historia de Pamplona, 259 millones de euros, y con los fondos europeos llegando sin parar a las arcas municipales (más de 17 millones de euros por el momento para diversos proyectos).
Durante la presentación esta semana en las comisiones del anteproyecto del Presupuesto para 2023, Navarra Suma ha reconocido que está en fase de tramitación de una nueva operación de endeudamiento por importe de 15 millones de euros para 2022 y que será necesario solicitar nueva financiación externa para el próximo año con un importe de unos 20 millones.
El mito de buen gestor se tambalea
Para el concejal de Geroa Bai Javier Leoz, supone “la confirmación del fracaso de la gestión económica de Maya, que ha tenido que recurrir a la senda del endeudamiento para financiar algunos de los proyectos. Es un ejemplo más que rompe el mito de que UPN es un buen gestor”.
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Los dos proyectos más importantes por su cuantía son el polideportivo de Buztintxuri, con un coste de 6,4 millones de euros, y el civivox del Ensanche (6,2 millones) en 2023.
Leoz lamenta que Maya haya aumentado el endeudamiento sin poner en marcha ningún proyecto de ciudad pendiente, como la reurbanización del paseo de Sarasate, los Caídos, el polideportivo y aparcamiento en las huertas de Santo Domingo o el puente de Trinitarios.
Deuda viva
“Ha sido una legislatura en blanco y las repercusiones del aumento de la deuda se notarán en la siguiente legislatura. Nos dejan una Pamplona más pobre para el futuro, con unos presupuestos expansivos a costa de los remanentes de tesorería” ha comentado el concejal de Geroa Bai.