Continúan las trabas del Ayuntamiento de Pamplona a las iniciativas populares. Los últimos han sido los integrantes de la comparsa de gigantes de Azpilagaña, a los que se impedido realizar el recorrido de la kalejira prevista para el sábado 26 de noviembre, obligando a llevar los gigantes por las aceras.
A diferencia de los argumentos empleados para denegar algunos permisos en el Casco Viejo por los ruidos y molestias al vecindario, el Ayuntamiento ha aludido en esta ocasión a la movilidad, como ya ocurriera con las korrikas txiki, a las que también se obligó a correr por las aceras.
Aseguran desde el área de Seguridad Ciudadana que su deber es “intentar evitar el corte de tráfico por los problemas que genera” y aunque reconocen la dificultad para el tránsito de los gigantes por algunas aceras del barrio, minimizan el efecto y concluyen que la mayor parte del recorrido elegido “se puede desarrollar por las aceras”.
Aunque la Konpartsa Gartxot ha acatado la ‘recomendación’ y los gigantes harán el recorrido determinado por las autoridades, sus integrantes no ocultan su malestar por lo sucedido.
“Solamente por la ilusión de nuestros pequeños aceptamos hacer la kalejira por la acera, pero no estamos de acuerdo con la forma de actuar autoritaria de este Ayuntamiento, ni con la manera de tratar a todo colectivo popular” se asegura en el comunicado remitido a este periódico.
Desde la Konpartsa Gartxot de Azpilagaña lamentan “la forma de actuar de este Ayuntamiento que no parece tener otro objetivo que acabar con los colectivos populares” y denuncian que las decisiones de Navarra Suma “persiguen la desculturación de la cultura popular”. Los colectivos populares del barrio consideran arbitraria la medida y aluden a las dificultades para transitar por las aceras: “Unas figuras de cuatro metros lo tienen difícil para circular por donde imponen, ya no solo por la estrechez de muchas de ellas, sino también por las alturas”.