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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se siente como "un daño colateral" de la DANA que arrasó el sur de Valencia el pasado 29 de octubre, según ha señalado este lunes antes de negar que aquella tarde estuviera incomunicado, pues, recuerda, "hice hasta 16 llamadas desde las 17:35h".
Además, el president valenciano ha acusado a "la izquierda de este país" de haberse especializado "en instrumentalizar el dolor provocado por una tragedia para obtener réditos políticos".
"Ocurrió con el Prestige, con los atentados del 11M, con la pandemia y ahora con las riadas. Construyen un relato falso y utilizan todas sus terminales mediáticas para asentarlo; un relato que se construye como si fuera un muro, en lugar de con ladrillos y morteros, con mentiras y manipulación", bulos y medias verdades, ha dicho.
Mazón ha recordado que aquella tarde tuvo una comida de trabajo con una periodista; una comida, ha insistido, que nunca quiso ocultar, y ha asegurado que, después del almuerzo, "es falso que estuviera incomunicado, pues a las 17:37 hablé con la consellera", una llamada que se repitió luego en varias ocasiones, además de otras y también múltiples mensajes a través de WhatsApp.
Así lo ha asegurado esta mañana en un desayuno informativo al que han asistido el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, y la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, además del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
En su intervención, Mazón, que ha reconocido que en el primer momento de la catástrofe llegó a "arrastrarse" ante Pedro Sánchez o el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en interés de los valencianos, ha acusado al Ejecutivo español de no preocuparse de la reconstrucción, sino de hacer campañas contra él. "Lejos de asumir sus errores, el Gobierno activó una campaña contra mí y la Generalitat, pero yo no soy una víctima, sino un daño colateral de las excusas del Gobierno", ha explicado.
En cuanto a la tardanza en enviar la alerta a los móviles, ha explicado que no podían avisar de algo que no sabían "por el completo silencio de la Confederación Hidrográfica", es decir, que no podían haber avisado de la amenaza que suponía el desbordamiento del Barranco del Poyo para pueblos como Paiporta o Catarroja porque la Confederación Hidrográfica no les avisó de dicha amenaza. El único aviso que llegó fue "un email entre cientos", ha explicado. "Este es el silencio sobre la crecida del barranco. Esa tarde no llovió en Paiporta. Y cuando avisamos, avisamos de una posible rotura de una presa, sin saber que el barranco les había arrasado", ha declarado.
El president de la Generalitat ha explicado también que "estamos logrando datos razonables de recuperación", y luego se ha dedicado, "en la primera intervención que hago en Madrid en estos cuatro meses", a explicar "la verdad de lo que ocurrió".
Ante la cuestión de si Emergencias de la Generalitat estaba preparada para la DANA, el president valenciano ha respondido que sí, porque la alerta de AEMET fue de lluvias evolucionando hacia el norte y de una magnitud similar a otras anteriores en gota fría. Al por qué se mandó el mensaje Es-Alert cuando Paiporta o Catarroja ya habían sido arrasadas ha respondido responsabilizando a la Confederación Hidrográfica del Júcar y al Gobierno español. Por último, ha defendido que la Generalitat no instara la declaración de Emergencia puesto que dicha declaración, que habría supuesto pasar del nivel 2 al 3, significaría únicamente que el liderazgo habría pasado a ser del Gobierno español.
"Estando en un nivel u otro, el Gobierno debe aportar todos los recursos a nuestra disposición. La falta de compromiso y ayuda del Gobierno con Valencia" sería la misma, ha dicho, porque la ayuda "se escatimó desde el 30 de octubre, cuando decidieron que lo sucedido no es la mayor catástrofe natural sufrida en una comunidad autónoma, sino un tablero de juego político para dañar a su rival", ha lamentado.
En cuanto a la celebración, prevista para el próximo miércoles, del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reúne a la ministra de Hacienda con consejeros económicos, ha lamentado que no se vaya a hablar de reformar la financiación. "Parece que de lo único que se va a hablar será de las exigencias de Puigdemont, una vez más estaremos en la agenda que marca el separatismo catalán", ha declarado Mazón.