"Me gustaría que el Zuzenak disputase una Euroliga y para eso necesitas un patrocinador grande"

Roberto Ruiz de Apodaca llegó al Zuzenak como voluntario hace algo más de 8 años. Pues bien, en los últimos meses optó por dar un nuevo paso adelante para ayudar al club gasteiztarra y decidió presentar su candidatura para ser presidente de la entidad.

En breve cumplirá dos meses al frente de la misma y ya conoce todas las dificultades que entraña su cargo y el aún más complejo reto de mantener el excelente legado dejado por su predecesor.

Sin embargo, este conductor de Tuvisa no se arruga ante el titánico reto, sino que se muestra ambicioso y sueña con grandes metas para el Zuzenak.

El próximo 11 de marzo cumplirá dos meses desde que fue elegido presidente del Zuzenak. ¿Cómo lo lleva? 

–Bueno, pues una vez que pasa el primer susto de verte en un cargo como este y en un club como este, pues ya mejor. Normalizando un poco todo, pero al principio hubo muchas sensaciones.

¿En qué sentido? 

–Pues cosas que te sorprenden, desde que te felicite todo el mundo, o que un vecino que no te ha hablado nunca de repente te haya visto en una foto en el periódico. No sé. Me vino todo muy de golpe, pero ahora ya lo voy llevando con más normalidad. Sigo poniéndome al día, pero no es la locura del principio.

¿No se imaginaba la trascendencia que podría tener el Zuzenak? 

–No, no. La verdad.

¿Le ha sorprendido? 

–Sí. Me ha sorprendido y para bien.

¿Por qué lo dice? 

–Mira, el otro día hablábamos de que en uno de los viajes que hice a Mallorca, pues la gente de allí felicitaba al Zuzenak por el trabajo que estaba haciendo a nivel de cantera, que se trabajaba con gente joven y es un poco algo que ya había visto, pero que te feliciten por ello es motivo de alegría y encima ver que en Vitoria el Zuzenak es un club que lo conoce prácticamente todo el mundo y fuera también, pues es un orgullo.

¿Cómo vislumbra el futuro del Zuzenak? 

–Brillante. Puedo poner un ejemplo para que se vea que es así, que el Zuzenak es lo que es y por lo que hay que seguir luchando. Hace días fuimos a jugar a Canarias a un campo más grande que el de Ariznabarra y estaba yo solo en la grada con el que había ido a montar el campo, mientras que cuando hay partido en Ariznabarra y ves las gradas llenas, te das cuenta de que se están haciendo cosas muy bien. A los ciudadanos de Vitoria les atrae el baloncesto en silla de ruedas y en otras ciudades no. Por eso, si se sigue trabajando igual de bien que hasta ahora, el futuro del club puede ser perfecto.

¿Ese respaldo de la afición supondrá un plus para el jugador del Zuzenak? 

–Se siente muy arropado al ver la cancha llena, con todos esos voluntarios, que casi nunca nos acordamos de ellos y hacen su labor. Los partidos del Zuzenak son una fiesta y al final engancha.

¿Hay algún aspecto que le preocupa? ¿Por dónde cree que hay margen de mejora?

–El tema económico es algo que lleva Itxaso y sé que se mueve mucho y lo lleva todo perfectamente, pero a nivel deportivo creo que deberíamos dar un pasito más. Llegar a ganar un partido más, tratar de hacerlo un poco mejor... A ver, entiendo y asumo que el Zuzenak es un club de cantera, de chavales que vienen a hacer deporte y que a partir de ahí evolucionan hasta llegar al primer equipo y que no todos los años te pueden salir figuras y estar en lo más alto, pero sí que me gustaría ir hacia arriba. Dar ese pasito más y ser más competitivos.

Se le ve ambicioso. ¿Es una aspiración volver a División de Honor? 

–Sí, sí. De hecho, no se descendió por motivos deportivos. Pero bueno, aquí todos entendemos que hay que ir por los campos a competir, no estar por estar. Además, Ariznabarra se sigue llenando. Bajamos a Primera División y el pabellón está lleno. En esta ciudad el baloncesto en silla de ruedas es atractivo, no tanto por la categoría sino por el deporte en sí. Intentaremos ser ambiciosos y a ver hasta dónde podemos llegar.

¿Lo ve factible en un futuro cercano? 

–Yo me he propuesto ya ir hablando con los jugadores para ver qué proyecto se puede hacer, porque la idea es hacer un proyecto fuerte. Todo proyecto en la vida depende de las personas y a ver hasta dónde están dispuestos a llegar ellos para saber a qué aspiramos finalmente.

¿Están satisfechos con el apoyo institucional que tiene el club? 

–Sí.

Y a nivel mediático. ¿igual echan de menos tener algo más de repercusión? 

–Sí que nos gustaría aparecer más. Que lo que está pasando se vea porque, si no, parece que no existe. Julio en este sentido ha sido súper guerrero para conseguir salir en los medios.

Además del ascenso, ¿qué mas retos se ha marcado? 

–Meter algún deporte más en el club.

¿Cuántos tienen ahora? 

–Nueve: baloncesto, rugby, bádminton, motocrós, atletismo, tiro olímpico, paraequitación, esquí y ciclismo. 

Si pudiera pedir un deseo... 

–Uff... Qué difícil. No lo sé, no lo había pensado. Igual tener un megapatrocinador. Ese es muy bueno. Tenemos muchos colaboradores pequeños, pero falta alguno fuerte. Además, el dinero institucional siempre está capado. Te dejan dinero para árbitros, desplazamientos, mantenimiento de las instalaciones, pero quieres fichar a tal jugador o pagar a los de la cantera y con ese dinero no puedes.

Y, ¿a nivel deportivo? 

–Mira, yo que soy un fanático del Baskonia, pues me gustaría que el Zuzenak jugara una Euroliga. Para eso sí que necesitas un patrocinador grande que te permita traer tres jugadores de primer nivel, sin perder la esencia de cantera de este club, que es algo que siempre queremos mantener. Además, si vamos a una Euroliga, sería para competir.

Sigue hablando de mantener la cantera incluso en el escalón más alto. ¿Es posible? 

–Sí, sí. Ves equipos que vienen a jugar aquí y te traen ese par de fichajes que te dan ese salto de calidad para que te ganen de 20, pero yo personalmente veo con orgullo el papel que hace el Zuzenak con chavalitos formados en la casa. Son niños que han empezado desde chiquitines aquí y han ido creciendo de la mano del club. Eso es un motivo de orgullo. 

¿Se puede competir en la élite solo con gente de casa y echando mano de la cantera? 

–Hemos estado en División de Honor con gente de casa, todos hechos aquí, teniendo solo un fichaje de fuera. Eso no hay en el resto de equipos. Hay muchos clubes en División de Honor que no tienen ni uno de su casa, mientras que nosotros solo contábamos con un jugador de fuera. En el de Extremadura no hay ningún extremeño, en el de Albacete tampoco tienen de allí. El problema del deporte adaptado es que se está profesionalizando en exceso. 

Viendo esa forma de trabajar, ¿cada vez será más complicado apostar por la cantera? 

–Al final acaban saliendo buenos jugadores, pero cuesta muchísimo más tiempo. Además, es bonito ver el momento en que a los chavalitos les subes al primer equipo.