No tuvo suerte Fernando Gallego, corredor madrileño de 44 años que engrosó el parte de heridos del encierro del día 9 de julio. Gallego, natural de otra localidad con mucha solera taurina como es San Sebastián de los Reyes, lleva "20 o 25 años" visitando Pamplona. No era la primera vez que tenía algún percance durante un encierro, pero es cierto que nunca como el de ayer: en un momento de la carrera, termina en el suelo y se hace daño en el hombro. No sabe si es que se le cayeron encima o qué, pero sí que se lo hace en la caída, no en un forcejeo. El parte médico habla de una luxación anterior de hombro derecho. Una lesión dolorosa que no había tenido nunca y que le obligará a guardar 15 días de reposo, según los médicos. Se le chafan los planes para el resto de días, pero con los corredores experimentados nunca se sabe.
Gallego cogió el coche el viernes por la tarde, al salir de trabajar, y se plantó en Pamplona. Llegó a eso de las once de la noche, cenó y se acostó para estar fresco. Incluso se había comprado ropa nueva. "Lo que más le jode es que iba de estreno, con la ropa nueva, y se la han tenido que cortar", comentaba uno de sus amigos que le esperaba en Urgencias. "¡Me han cortado la camisa y voy sin nada!", decía, justo al salir. Atendió a la prensa con mucha amabilidad y se prestó para la foto. Se cubrió con una chaqueta, y los médicos le han recomendado que durante estos quince días mantenga el cabestrillo "piel con piel". Es decir, con el brazo por dentro de la camiseta. Se probará para mañana, pero lo tiene muy difícil.