La plantación de más de 12.400 árboles de pino laricio y frondosas autóctonas de roble, encina, serval y arces servirán para reforestar un total de 10 hectáreas de monte en los términos de Arazuri y Aibar/Oibar, en terrenos que quedaron calcinados tras un incendio en 2017. La iniciativa se está llevando a cabo gracias a un convenio firmado entre la Dirección General de Medio Ambiente y Cruz Roja a través del que la entidad quiere reducir la huella de carbono que producen sus flotas, y no es poco teniendo en cuenta que se espera que, a lo largo de su vida y con el debido mantenimiento, el bosque creado absorba unas 1.900 toneladas de CO₂ en Arazuri –donde se reforestarán 7,35 hectáreas– y 350 toneladas de CO₂ en Aibar –2,5 hectáreas–.
El proceso de reforestación comenzó en octubre con la realización de las hoyas (la cavidad donde se coloca la planta) y la plantación esta semana de las diferentes variedades. Este martes por la mañana han acudido a la zona la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, junto al director del Servicio Forestal y Cinegético del Gobierno de Navarra, Fermín Olabe; el delegado de Cruz Roja en Navarra, Pedro Arzoz; el coordinador autonómico, Juan José San Martín; y la presidenta del Concejo de Arazuri, María Alicia García Esparza, además representantes de la empresa forestal Berdabio Basogintza, que es la que se ha encargado de distribuir los ejemplares priorizando la reforestación en mosaico con distintas variedades autóctonas de frondosas.
La consejera ha valorado que “es fundamental fomentar el mosaico como herramienta clave en la prevención de los incendios forestales, y las frondosas contribuyen a ello además de favorecer la biodiversidad y el aprovechamiento de los recursos madereros que tienen un impacto positivo en las economías locales”. Además, Gómez ha destacado la gestión forestal sostenible que se realiza en la Comunidad Foral: “Con la plantación de más de 12.000 árboles, el bosque creado absorberá unas 2.250 toneladas de CO₂, pero no olvidemos que tan importante como la reforestación es la gestión forestal sostenible sobre la que Navarra es referente y se encuentra a la cabeza a nivel estatal con casi un 60% de sus terrenos forestales certificados”.
Ha señalado que “es importante que entidades como la Cruz Roja emprendan iniciativas como ésta que contribuyen a la mitigación al cambio climático y que responden al convenio firmado con el departamento, que se ha encargado de la supervisión y el asesoramiento para la plantación de las diferentes especies para la recuperación del ecosistema.”
En el marco del proyecto Absorción de CO₂ de Cruz Roja, el delegado de Cruz Roja en Navarra, Pedro Arzoz, ha destacado el compromiso medioambiental de la organización: “En Cruz Roja estamos comprometidos con el medio ambiente y la eficiencia energética. No solo calculamos las emisiones de nuestra huella de carbono, también llevamos a cabo acciones para transformar el impacto y lograr huellas positivas. Estas plantaciones son solo el comienzo”.
Convenio entre Medio Ambiente y Cruz Roja
La Dirección General de Medio Ambiente y Cruz Roja han firmado un convenio para la ejecución de la iniciativa “Absorción de CO₂ de Cruz Roja” dentro del proyecto +CO(mpensa)2. El proyecto compromete a Cruz Roja en la lucha frente al cambio climático con acciones como la recuperación de bosques destruidos, la conservación y promoción del uso sostenible de los ecosistemas terrestres y la creación de sumideros de dióxido de carbono (CO₂), como compensación de las emisiones que no puede reducir marcándose como objetivo la neutralidad para 2030. Por su parte, tal y como figura en el convenio, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha emitido las autorizaciones de plantación, ha realizado la redacción de proyecto, dirección y supervisión técnica de los trabajos, además de encargarse de las gestiones con los propietarios de los montes.
En el marco del proyecto, Cruz Roja viene calculando desde 2017 su huella de carbono producida por el consumo de gas y electricidad en sus edificios, el uso de combustible de su flota de vehículos, especialmente ambulancias y transporte adaptado hacia centros asistenciales, los desplazamientos del personal y el consumo de agua y papel. Posteriormente, realiza planes de reducción de estos consumos y, finalmente, se emplea en la creación o restauración de bosques que absorban parte de ese CO₂.
Todo ello queda certificado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico mediante la inscripción en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO₂.