Las fuerzas de seguridad francesas realizaron 128 detenciones durante las movilizaciones llevadas a cabo el martes por la noche para protestar contra la aprobación de la reforma de las pensiones y que volvieron a tener como principal foco de tensión la capital.
En París, 81 personas fueron detenidas, según fuentes policiales. Las autoridades estiman que unas 3.500 personas se concentraron en la capital gala, si bien en la mayoría de las localidades las protestas discurrieron sin incidentes.
El martes por la tarde se desarrolló una concentración en la plaza de la República convocada por los sindicatos, que al final degeneró en desperfectos del mobiliario urbano y en enfrentamientos con las fuerzas del orden, que recurrieron a los gases lacrimógenos.
Movilizaciones en otras ciudades
Hubo más manifestaciones, con al menos 5.000 personas en total según las prefecturas (delegaciones del Gobierno), en diferentes ciudades del país como Grenoble, Lille, Rennes o Nantes.
En la mañana de este miércoles las protestas continúan con bloqueos en el acceso a una refinería cerca de Burdeos, a depósitos de carburante en Fos-sur-Mer, cerca de Marsella, o al puerto de esta misma ciudad del sureste de Francia.
También hay operaciones de este tipo en Baiona, en Lorient, en Vannes, en algunos casos con piquetes que han impedido la entrada o salidas de autobuses.
Declaración de Macron
Esta situación se produce el día en que está programada una intervención en televisión a las 13.00 locales de Macron, en la que algunos de sus principales colaboradores ya han avanzado que no tiene intención de anunciar ni una remodelación de su Gobierno, ni una convocatoria anticipada de elecciones legislativas ni la organización de un referéndum sobre su reforma de las pensiones.
En espera de que se conozca el mensaje del jefe del Estado para intentar relanzar este segundo mandato en el que todavía le quedan más de cuatro años en su peor crisis política y social, los sindicatos han convocado para este jueves la que será la novena jornada de movilización contra la reforma en poco más de dos meses.
Jornada de huelga el jueves
Las centrales esperan sacar de nuevo a cientos de miles de personas a la calle para obligar a Macron a suspenderla, una vez que el proyecto de ley ya está formalmente aprobado por decreto desde el jueves de la semana pasada, un procedimiento controvertido que luego recibió validación con el fracaso el lunes de las dos mociones de censura (la primera por los pelos) que presentó la oposición.
Los paros que se llevan a cabo de forma más o menos ininterrumpida desde hace más de dos semanas en sectores como el transporte público, las refinerías, la energía o la recogida de basuras, corren el riesgo de agravarse este jueves.
Este miércoles, a causa de la huelga de controladores aéreos, las compañías han tenido que anular un 20 % de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y en el de Marsella.