Vida y estilo

Medir un seísmo, las escalas Richter y Mercalli

Edificios destruidos por el terremoto que sacudió en Antioquía (Turquía)

Todos tenemos grabadas en nuestra memoria las imágenes de los daños causados por el terremoto del pasado 6 de febrero que arrasó el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria. Ya está considerado como el más letal de los últimos 100 años de la zona, con de momento 35.000 muertos, 30.000 en Turquía y otros 5.000 en Siria. Los daños materiales son catastróficos con la destrucción de miles de edificios y la aparición de enormes fallas cerca de las localidades de Nurdagi, Tevekkeli o Tepeham.

Los dos principales terremotos se sucedieron con nueve horas de diferencia, el primero, a las cuatro de la madrugada hora local y con epicentro en Pazarcik, tuvo una magnitud de 7,8 en la escala Ritcher y el segundo, de 7,5. A ambos se les ha dado una intensidad de IX en la escala Mercalli.

¿Cómo se calculan estos valores? Según explican desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN), un terremoto es una liberación repentina de energía almacenada en la corteza terrestre en forma de ondas que se propagan en todas las direcciones.

Un grupo de vecinos de Kahramannaras recorren una calle cubierta de escombros. Tolga Bozoglu (Efe)

La parte externa de la Tierra es la litosfera, que se compone de la corteza terrestre y oceánica y otra capa inferior sólida y residual que flota fragmentada sobre la astenosfera, la parte superior del manto terrestre de carácter fluido y sobre el que se deslizan las placas tectónicas. Este movimiento es continuo y constante.

Esta deriva hace que las placas entren en contacto entre sí en zonas de fricción denominadas fallas. Son los puntos donde más movimientos sísmicos se producen. En el caso de terremoto de Siria y Turquía, en el Mediterráneo oriental, donde colisionan las placas de Anatolia, Árabe y Africana y forman un punto sísmico caliente. A lo largo de 2022, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía registró más de 22.000 terremotos.

La medición de la energía liberada se hace con los sismógrafos, que informan de la magnitud y la duración del seísmo. Recoge la medición de las ondas que se producen tras la liberación de la energía y son de dos tipos, las superficiales, aquellas que viajan a través de la superficie de la corteza terrestre y causantes de la mayor parte de los daños, y las ondas de cuerpo, que son las que viajan por la parte interna de la Tierra.

Cada terremoto tiene una magnitud y una intensidad. La primera mide la energía intrínseca de cada terremoto y es un dato único para cada uno de los eventos. No tiene en cuenta los efectos causados.

A su vez, la intensidad sí mide los efectos, tanto en las personas como en la naturaleza, los objetos y los daños en edificios. En este caso las variables son múltiples y un mismo terremoto puede tener diferentes intensidades según dónde se sienta. La escala Mercalli es el sistema de medición.

Escala Richter, magnitud

La escala Richter, también llamada escala de magnitud local (ML), es un sistema que mide la energía liberada por el terremoto desde su epicentro. Este sistema de medición es un logaritmo de magnitudes y se calcula midiendo la amplitud máxima de las ondas sísmicas. La magnitud se incrementa de forma exponencial. Es decir, con cada punto de amplitud de onda más la energía liberada en la superficie se multiplica por algo más de 30. Esto significa que con un aumento de dos unidades en la magnitud, de 7 a 9 por ejemplo, la energía liberada sería 1.000 veces más potente.

El sismólogo Charles Richter fue su creador y aunque estableció un máximo de 9 a la escala, la realidad es que no tiene límite. De hecho, el terremoto de mayor magnitud registrado hasta la fecha es de 9,5 y se desató en Valdivia (Chile) en 1960. Se calcula que el máximo es 12.

Según esta escala, seísmos de una magnitud inferior a 3,5 no serían percibidos por la población pero sí por los sismógrafos. Los que se encuentran entre 3,5 y 5,4 sí serían percibidos por la población y sólo causarían daños menores. Los de magnitudes entre 5,5 y 6 ocasionarían daños ligeros a edificios. Los situados entre 6,1 y 6,9 pueden ocasionar daños severos en áreas muy pobladas. A partir de 7 y hasta 8 de magnitud se consideran terremotos mayores con graves daños. De 8 hacia arriba es un gran terremoto y provoca la destrucción total de las comunidades cercanas al epicentro.

Vista aérea de la zona más dañada en Kahramannaras. Tolga Bozolu (Efe)

Escala Mercalli, intensidad

La escala elaborada por el sismógrafo italiano Giuseppe Mercalli evalúa las consecuencias y daños del temblor para establecer su intensidad. De hecho, la intensidad de un mismo temblor no es igual en un área que en otra ya que no tienen las mismas características. No es lo mismo una área muy poblada que otra con apenas habitantes, ni una en la que los edificios se hayan construido con arreglo a las normas antisísmicas que otra en la que no.

Tres son los criterios: cómo lo han percibido las personas, qué efectos ha tenido en las distintas infraestructuras y cómo afecta al medioambiente (los cambios geológicos no los cuenta).

El científico italiano estableció una primera categorización de diez grados de intensidad, que posteriormente quedaron en doce. Se expresa en número romanos: I - No sentido por nadie; II - Apenas sentido; III - Débil; IV- Ampliamente observado; V - Fuerte; VI - Levemente dañino; VII - Dañino; VIII - Gravemente dañino; IX - Destructor: X - Muy destructor; XI - Devastador; XII - Completamente devastador

En el caso de Turquía y Siria, se le ha asignado una intensidad de IX, destructor en ciudades como Osmaniye, Kahramanmaras, Adiyaman o Malatya. La superficialidad de los hipocentros, el primero a 20 km de profundidad y a 10 km el segundo, aumentaron el impacto de esa magnitud de 7,8 (similar a una explosión de 3 megatones).

Además, el incumplimiento de las leyes antisísmicas implementadas después del terremoto de 1999, de 7,4 y que dejó 17.000 muertos en el noroeste de Turquía, ha provocado que muchos edificios nuevos se hundieran atrapando a sus habitantes. Ya hay más de 100 detenidos, en su mayoría relacionados con la construcción y con las inspecciones correspondientes por incumplimiento de las normas preventivas.

TÉRMINOS BÁSICOS

  • Hipocentro o foco: Punto interno de la Tierra donde se produce el terremoto. Puede ser superficial, hasta 70 km de profundidad; intermedio, entre los 70 y 300 km, y profundo, más de 300 km. 
  • Epicentro: Proyección en la superficie del hipocentro.
  • Epicentro macrosísmico: La zona donde más daño se ha producido en la superficie.
  • Magnitud: Tamaño del seísmo.
  • Intensidad: Fuerza con que se siente el terremoto y daños que causa.
  • Falla geológica: Es una fractura en la corteza terrestre que separa dos masas de roca y una se desplaza con respecto a la otra. Pueden ser de tres tipos: normal, un lado se hunde con respecto al otro; inversa, un lado asciende con respecto al otro; de desgarre, uno de los lados se desplaza lateralmente con respecto al otro. 
  • Ondas sísmicas: Los movimientos que se producen en la corteza terrestre producto de la energía liberada desde el hipocentro. Hay dos tipos: ondas de cuerpo y ondas superficiales.
  • Ondas de cuerpo: Son las que se desplazan por las capas internas de la Tierra. Se clasifica en dos, ondas P y las ondas S. Las primeras son más rápidas, los sismógrafos las captan antes, se mueven a través de roca sólida y fluidos haciendo que el terreno se mueva de forma vertical. Las segundas son más lentas, no atraviesan medios líquidos y hacen que el terreno se mueva de forma horizontal.
  • Ondas superficiales: Son las que solo viajan por la corteza terrestre y se asocian con los daños y la destrucción causados. Las hay de dos clases también, las ondas R y las ondas L. Las primeras tiene un efecto rodillo o de olas en la superficie haciendo que el suelo suba y baje. Las segundas generan movimientos horizontales o laterales.
  • Réplicas: Son los seísmos de menor magnitud que se producen después de un terremoto grande en sus proximidades.
20/02/2023