Tras recorrer las calles de Vitoria en la Cabalgata, Melchor, Gaspar y Baltasar se pusieron manos a la obra para trabajar durante toda la noche en Gasteiz y el resto de Araba.
Tal y como han relatado a DNA, "ha sido una noche muy dura, hemos visitado miles de hogares, y hemos pasado mucho frío, pero todos tienen su regalo esta mañana".
Dan las gracias a todas las familias que les tenían preparada una pequeña recompensa para coger fuerzas, sobre todo "hemos tomado leche y muchas galletas, y gracias por el agua para los camellos".
Los Reyes Magos se despiden de todos los niños y niñas hasta el año que viene, que volverán a la capital alavesa cargados de muchos regalos e ilusiones.