La ampliación del tiempo de retención hasta 18 meses de los migrantes irregulares llegados a Italia, una de las medidas recién aprobadas por el Gobierno italiano, es "completamente inútil", además de "muy dura para personas que no han cometido delitos", según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
"Ya se implementó hace diez años en Italia y se demostró inútil", aseguró Flavio di Giacomo, portavoz de la OIM para el Mediterráneo Central.
Más centros de repatriación
El Ejecutivo de la ultraderechista Giorgia Meloni aprobó este lunes la ampliación del tiempo durante el cual podrán ser retenidos los migrantes hasta el máximo permitido por la Unión Europea (UE), así como la apertura de nuevos centros de repatriación, en plena crisis por la llegada a Lampedusa (sur) de más de 10.000 personas en tres días.
"Es una decisión bastante inexplicable", salvo que "se piense que pueda tener efectos disuasorios", pero "esto demuestra que no se tienen en consideración las salidas de los migrantes hacia Italia, pues no hay ningún efecto llamada en las personas que han llegado este año", sino que "huyen porque sus vidas están en peligro".
Lampedusa
"La gran diferencia con 2016, cuando llegó más o menos el mismo número a Italia, es que sólo el 8% lo hizo a Lampedusa" frente al 70% de este año, por lo que "no se puede hablar en términos numéricos de una emergencia para Italia, para Europa, pero sí es para esta isla que es demasiado pequeña".
La única solución, según el portavoz de la OIM, es "prever un mecanismo que permita rescatar a las personas mediante buques grandes para poder llevarlos a Sicilia" y "a nivel político presionar para que se respeten los derechos de los migrantes en Túnez y Libia", de donde parten.
'Niño del desierto'
No llora, no sonríe y no habla, pero los cooperantes y médicos que han podido visitarlo dicen que tiene unos 3 años y sus compañeros de barcaza que llegaron a la pequeña isla italiana de Lampedusa (sur de Italia) aseguran que lo encontraron vagando solo en el desierto.
Tras conocerse la noticia, fueron numerosas las familias que se mostraron dispuestas a ocuparse del pequeño y la Cruz Roja italiana confirmó que el Juzgado de Menores de Palermo decidió rápidamente dar en acogida al que todos llaman "niño del desierto".
Un joven que lo acompañaba explicó que no sabía quién era, pero que lo había encontrado vagando solo, durante el viaje en el desierto hacia Sfax, en Túnez, para partir hacia las costas sicilianas.
"No podía dejarlo morir solo en el desierto, así que lo llevé conmigo e hicimos el viaje juntos", dijo el joven, explicando que el niño tampoco le dirigió nunca una palabra durante la travesía.
Los dos llegaron el pasado viernes por la tarde, tras un largo viaje por mar, a Lampedusa y desembarcaron en el muelle de Favarolo junto con los demás ocupantes del barco, recuperados por una patrullera de la guardia costera, para ser trasladados al centro de acogida.
Los menores solos que han desembarcado junto con otros migrantes en los últimos días en Lampedusa y en otros lugares de Sicilia son hasta el momento más de un millar, subraya Save The Children y aseguran que, por desgracia, suele haber más casos de niños encontrados solos por las rutas.
Desembarcos
Unos 300 migrantes y refugiados han llegado en la noche del lunes al martes a la isla italiana de Lampedusa, epicentro en los últimos días de una crisis migratoria que ha llevado al límite los sistemas locales de acogida y que el Gobierno de Italia quiere atajar a medio plazo con nuevas medidas.
Este martes por la mañana, unas 2.000 personas estaban en el centro de recepción de migrantes, a la espera por tanto de su futuro traslado a otras zonas del país, según la agencia de noticias AdnKronos.
El Ministerio del Interior estima que este año han arribado a las costas de Italia más de 130.000 personas, frente a las 68.000 registradas en el mismo periodo de 2022. La semana pasada, hubo días especialmente críticos y sólo el miércoles se registraron unas 5.000 llegadas.
La UE ya avaló en su día el papel de la Guardia Costera de Libia para interceptar y devolver al país a los migrantes que pudiese interceptar en sus costas. Según la OIM, estos guardacostas ya han efectuado casi 11.000 devoluciones este año, pese a las alertas de las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos sobre los abusos que sufren los migrantes.