Las localidades de Elgoibar, Mendaro, Mutriku y Deba, que conforman el área de Servicios Sociales de Deba Kosta, contarán desde finales de este mismo año con un nuevo recurso asistencial que dará servicio a las personas mayores de esos municipios.
Se trata de tres viviendas tuteladas ubicadas en el mismo edificio que alberga el centro de día de Mendaro y que se pondrán a disposición de personas mayores que, siendo autónomas, necesitan algunas ayudas concretas en su día a día.
Las viviendas sociales para mayores de Mendaro se construyeron hace ya varios años, pero hasta ahora no se han puesto en funcionamiento. Con ese fin, los departamentos municipales de Servicios Sociales de los cuatro pueblos beneficiarios han elaborado un convenio de colaboración que establece las condiciones para la gestión y el uso del servicio de alojamiento.
Dicho convenio ha sido aprobado por las corporaciones de Elgoibar y Deba en sus respectivos Plenos de esta semana; mientras que las corporaciones de Mendaro y Mutriku lo suscribirán en sus sesiones plenarias de noviembre.
Uso comarcal y compartido
El uso de las tres viviendas sociales de Mendaro “será comarcal y compartido con los usuarios de Elgoibar, Deba y Mutriku”. Los consistorios de los cuatro municipios se han marcado como objetivo que el nuevo servicio pueda empezar a funcionar “para finales de este año”.
De hecho, el Ayuntamiento de Mendaro está llevando a cabo en estos momentos una serie de obras para el acondicionamiento de las viviendas, tales como la resolución de problemas de humedad, la distribución adecuada de contadores de energía eléctrica, o el suministro de los diferentes elementos del hogar (aparatos domésticos, sábanas, menaje...).
Según explican desde el Consistorio mendaroarra, “el objetivo principal de estas viviendas tuteladas es facilitar a las personas mayores la permanencia en el entorno habitual hasta el máximo tiempo posible y en las condiciones más adecuadas, garantizando las ayudas concretas necesarias para prevenir y/o paliar la pérdida de autonomía”.
Al fin y al cabo, se pretende “ofrecer a estas personas la posibilidad de vivir en comunidad”.
Para ello, se fomentará la integración de las personas mayores en una red social que les ofrecerá “ayuda y apoyo emocional, informativo e instrumental”.
Tanto el coste del servicio como las inversiones presentes y futuras que se realicen en las viviendas se financiarán entre los cuatro ayuntamientos “en función de su población”.