Si en la costumbre marinera el capitán es el último en abandonar el barco, en la tradición futbolística es el técnico, el que dirige el navío, quien suele ser el primero. Y, además, obligado. En la actualidad y con la excepción de insólitos casos como el del Cholo Simeone –que lleva al frente del Atlético de Madrid desde 2012–, ser entrenador en la Liga es un trabajo efímero. De esos que dan más problemas que días de cotización. Así lo pudieron comprobar en sus propias carnes Pablo Machín y Jorge Sampaoli, hasta ayer entrenadores del Elche y del Sevilla, respectivamente. Ambos clubes aprovecharon el día en el que se abrió la primera ventana FIFA del 2023 para elevar a ocho el número de técnicos destituidos ya esta temporada. Y eso que los dos apostaron por dichos entrenadores una vez comenzado el curso y con el objetivo de cambiar su pésima tendencia.
Por ello, ayer Machín y Sampaoli volvieron a unir sus destinos y se marcharon antes de tiempo de una competición cada vez más resultadista. Sin paciencia. Así pues, de Machín todavía se desconoce sustituto; pero todo parece indicar que en el banquillo hispalense se sentará José Luis Mendilibar. De hecho, ayer trascendió una reunión que tuvieron por la mañana un adjunto a la secretaría del Sevilla, Fernando Navarro, y el técnico acompañado por su representante; por lo que la oficialidad del acuerdo debe de ser cuestión de horas. En concreto, lo que tarde el club en resolver la salida de Sampaoli, a quien se le debería una indemnización de más de diez millones de euros. Con todo, Mendilibar dirigirá hoy su primer entrenamiento con el Sevilla tras protagonizar el octavo relevo de esta campaña. Además de convertirse en el tercer clavo al que se aferra un club hispalense que se encuentra tan solo dos puntos por encima del descenso. Por ello, el acuerdo entre entrenador y club se prorrogará hasta junio de 2023, es decir, hasta final de temporada, y tendrá como objetivo eludir el descenso a Segunda.
Antes que él, Julen Lopetegui y Sampaoli intentaron cambiar la inercia de una temporada nefasta. Ambos sin acierto. El primero llegó al Ramón Sánchez-Pizjuán en junio de 2019 con un contrato por tres años. En los dos primeros el entrenador guipuzcoano consiguió una Europa League, un subcampeonato de Supercopa y meter al Sevilla en Champions. Éxitos que le sirvieron para renovar por una temporada más. Sin embargo, en octubre de 2022, ya en este curso, la derrota contra el Borussia Dortmund en la fase de grupos de la Champions provocó su destitución. Su testigo lo cogió Sampaoli según terminó la jornada 7 –debutó precisamente ante el Athletic (1-1)–. El entrenador argentino se encontró con un Sevilla que tan solo había logrado una victoria y que estaba un punto por encima del descenso. Con cinco de los 21 posibles hasta el momento. Llegó como el salvador hispalense, pero seis meses después abandonó un barco que sigue en pleno naufragio: con 28 puntos en 26 jornadas, dos por encima del descenso y con una crisis de juego y estilo. Pero, eso sí, aún vivo en Europa League –se medirá en cuartos de final al Manchester United, el 13 de abril la ida y el 20, la vuelta–.
Así pues, Mendilibar tendrá dos semanas para asentarse antes del siguiente encuentro liguero del Sevilla, que viajará el sábado 1 (16.15 horas) a Cádiz. El Sevilla es uno de los clubes que más nombres ha aportado a la lista de entrenadores cesados esta temporada. Pero no es el principal. Ese puesto lo ostenta un Elche que con la destitución de ayer de Machín, tras perder por 2-0 contra la Real Sociedad, acumulará cuatro técnicos en esta 2022-23. El club ilicitano todavía no ha anunciado relevo, por lo que por el momento será el staff técnico del primer equipo quien dirigirá las sesiones de entrenamiento hasta que haya un nuevo entrenador. Será una decisión que deberá de meditar bien su presidente Joaquín Buitrago puesto que el Elche comenzó la temporada con Francisco Rodríguez en el banquillo. El almeriense dejó su sitio a Jorge Almirón, que tan solo disputó cinco encuentros antes de romper el contrato de mutuo acuerdo. Esto propició la llegada de Machín, que poco o nada pudo hacer para sacar al Elche del pozo de la clasificación, con tan solo 13 puntos.
Cinco de ocho
Así, entre Sevilla y Elche acumulan cinco de las ocho salidas de técnicos que ha habido por el momento esta temporada. El Villarreal, que en octubre tuvo que decir adiós a Unai Emery y fichó a un Quique Setién que apenas convence a la afición; el Celta, que despidió a Eduardo Coudet en noviembre para dejar su sitio a Carlos Carvalhal; y el Valencia, que despidió a Gennaro Gattuso para confiar en Rubén Baraja, son el resto de clubes que cambiaron de entrenador a mitad de curso.