Aunque en su inicio Melody se autoproclame "del mundo la rumbera", en la nueva versión de 'Esa diva' que llevará a Eurovisión 2025 la artista ha limado notablemente las partes más raciales de su producción original, como los punteos de guitarra española, en favor de arreglos más "techno".
Es uno de los cambios más notables que el grueso del público ha podido descubrir este jueves, por ejemplo a través de La 1 de RTVE como preámbulo al programa 'La revuelta', si bien es cierto que la pista de audio ya se había filtrado por redes sociales desde la mañana.
"Más limpio, más actual y más exportable" fueron las palabras más repetidas tras la escucha privada que el ente público ofreció a la prensa el pasado lunes y en la que, como esta noche ya para todo el mundo, se emitió igualmente el videoclip dirigido por Mario Ruiz, que será asimismo su director artístico en Basilea (Suiza).
Bajo los controles ahora del dúo británico de productores Red Triangle, colaboradores en el pasado de artistas como Rauw Alejandro, Camila Cabello o James Arthur, los cambios son muy perceptibles desde el arranque.
Sustituidos por una sección más etérea de cuerdas, en esos primeros segundos desaparecen el rasgueo de guitarra española y el golpe de castañuelas que antecede a la cantante, que pasa también en su forma de enfocar la melodía de diva folclórica a una más operística, con menos florituras.
Los rasgos típicamente nacionales no desaparecen del todo, con leves apuntes que siguen identificando el origen de la artista sevillana durante la canción y al final, pero sí se actualiza en general el conjunto con una producción más contemporánea y menos similitudes con el pop mexicano dosmilero de Gloria Trevi.
Entre las novedades, se ha incorporado la posibilidad de que, tal y como improvisó Melody en su actuación en la final de Benidorm Fest, exclame en vez de cantar la parte del último "valiente y poderosa".
Como informó RTVE y se puede apreciar en el videoclip, cambiará también la compañía de Melody en el escenario, con tres y no cinco bailarines masculinos (incluido su propio coreógrafo, Álex Bullón) y dos bailarinas, entre ellas, la mediática Vicky Gómez.
Juntos danzan sobre una base oscura de "techno" que ejerce de colchón musical a la nueva versión, también de motivo escénico en el videoclip, especialmente en el puente hacia la parte final, donde se ha quedado el largo sostenido de Melody, ahora más largo, y el complicado giro coreográfico del remate que se pudo ver en Benidorm.