Eso de refugiarse en la zona de confort siempre ha sonado a no querer afrontar las exigencias de cada momento. Ahora, Mercedes le da la vuelta por completo a esta acepción asumiendo todos los retos posibles y superándolos con un nuevo Clase C sencillamente magistral.
Ahora que todos los mensajes nos invitan a arriesgar, a aventurarnos en nuevos espacios, dimensiones y experiencias; ahora que todo es aceptar retos y demostrar a los demás y a nosotros mismos que somos capaces de superar cualquier adversidad, viene Mercedes y nos invita a volver a nuestra zona de confort. Y puede que tengan razón, toda la del mundo. Porque ya está bien de tanto desafío y de hacernos creer que la vida es poco menos que un examen permanente, cuando la realidad nos dice que, sin renunciar a afrontar las dificultades, incertidumbres y exigencias de nuestro tiempo, todos necesitamos tener un lugar en el que sentirnos seguros, cómodos, en paz y disfrutando de la vida. Y eso es precisamente lo que nos plantea el nuevo Clase C de Mercedes, un espacio móvil con el que deleitarnos a cada kilómetro y en todo momento.
La marca de la estrella ha reformulado el concepto de berlina y familiar (Estate) para dotarlo de toda la vigencia y el atractivo necesarios y que sean muchos los compradores que se quiten de la cabeza la atosigadora moda de los SUV y vuelvan la vista a las turismos de tres volúmenes y familiares, pero con una perspectiva moderna con gran protagonismo para el mundo digital-, elegante, deportiva, práctica, funcional y de estatus, con un toque lujoso, que prioriza la seguridad en la conducción, al tiempo que tremendamente eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Todo ello envuelto en un diseño atractivo y seductor, como es norma en la firma alemana, y con una línea que expresa solidez y confianza frente a las demandas más elevadas y también frente al paso del tiempo.
El Clase C es, además, el Mercedes más vendido en el mundo durante la última década. Un automóvil tan exitoso a lo largo de tantos años evidencia el acierto de su planteamiento de partida y el buen criterio demostrado en todas sus actualizaciones. En la última, el Clase C ha dado un nuevo paso adelante mejorando claramente la habitabilidad en todas sus plazas, también merced a sus mayores cotas exteriores -4,751 metros de largura, 1,820 de anchura, 1,438 y 1,455 de altura y 2,865 de distancia entre ejes, con maleteros de 455 litros (Berlina) y 490 litros (Estate)-. La conectividad también progresa, con detalles tan significativos con el servicio Online Music, con los mayores proveedores de música en streaming; el escáner de huella dactilar para mantener los ajustes personales, la posibilidad de controlar dispositivos domésticos y funciones del propio domicilio utilizando el asistente de voz Hey Mercedes de MBUX gracias a la función Smart Home, los tres estilos del visualizador del conductor (discreto, deportivo y clásico) o los tres modos (navegación, asistencia y servicio). En el capítulo de la seguridad merecen especial mención los faros Digital Light, que aportan una iluminación del vehículo que alcanza una definición superior a 2,6 millones de píxeles, en tanto que la función de proyección, opcional, añade más seguridad al proyectar sobre la calzada líneas auxiliares, símbolos y animaciones para afrontar las condiciones más adversas; amén de un mecanismo como el airbag central para evitar que los ocupantes delanteros puedan chocar entre sí. El dinamismo al volante gana enteros con el eje trasero direccional, que ayuda tanto en la conducción deportiva como en las maniobras de aparcamiento y garantiza un diámetro de giro de sólo 10,64 metros. La eficiencia energética brilla especialmente por tratarse del primer Clase C completamente electrificado, tanto con sus híbridos enchufables de gasolina y diésel como con su hibridación parcial de 48 voltios y alternador arrancador integrado. En este sentido, los híbridos enchufables, con autonomías eléctricas entre 89 y 110 kilómetros, permiten disponer de un eléctrico para el día a día y de un turismo convencional sin las limitaciones de las baterías para los largos desplazamientos.
Y para un automóvil que nos invita a volver a nuestra zona de confort, Mercedes ha incorporado exquisiteces como un perfeccionado cambio automático 9G-Tronic en todas las versiones, la tracción a las cuatro ruedas 4Matic para cuando afrontemos condiciones de baja adherencia, potentes propulsores de gasolina de 170, 204 y 258 CV y diésel de 200 y 265 CV, todos de cuatro cilindros y turbocomprimidos, que en los híbridos enchufables reciben el aporte adicional de un motor eléctrico de 129 CV que permite rodar en modo eléctrico hasta a 140 km/h; suspensiones con regulación progresiva, tren de rodaje deportivo y hasta amortiguación neumática en el eje trasero de los Estate; butacas delanteras con masaje, calefacción para los asientos traseros o ambientador con fragancia individualizada adaptada a las preferencias personales y al estado de ánimo. Lo dicho, bienvenidos a la zona de confort.