Los gatos van a su bola, son independientes, se muestran esquivos, mantienen una actitud indiferente… Sí, pero no.
Los gatos, como todos los felinos, tienden a moverse solos, a hacer su vida, pero también viven en pequeñas comunidades más o menos familiares que satisfacen su ser social. En una casa, en un hogar donde conviven humanos y gatos pasa lo mismo. Aunque parezca que cada uno va por su lado y de vez en cuando comparten ratos de mimos y compañía, no es del todo así.
En el fondo son animales sociales que viven en grupo y en el que hay unas reglas. Pero son felinos, no canes ni personas, por lo que no se les puede medir por el mismo rasero ni esperar las mismas actitudes y reacciones. Y ello implica dejarles seguir su propio ritmo.
Acostumbrados a ellos, en ocasiones nos sorprenden con un apego tal que no nos dejan solos ni a sol ni a sombra, nos siguen por toda la casa según entramos en ella. A veces puede resultar molesto, incluso peligroso, porque insisten en pegarse a nuestros pies y piernas, con el riesgo de caída que puede suponer.
Nos haga gracia, ilusión o solo nos llame la atención, no debemos ignorar esta actitud porque probablemente tenga un mensaje oculto, quizá quiera decirnos algo.
De entrada, siente la necesidad de mantener y estrechar lazos con los miembros de su comunidad, de su grupo, y esos somos nosotros. Los gatos son animales afectuosos, por lo que buscarán el contacto y demostrarán su cariño a su humano preferido.
Y seguirlo es una de sus maneras de demostrarlo.
Pero además también puede estar intentando comunicar una necesidad, un problema que debemos identificar.
Por qué tu gato te sigue
Un dato importante es la edad del animal. Cuando es un cachorro, es habitual que siga a todas partes a su referencia humana, es la que lleva a cabo las tareas que hace normalmente su madre, darle la comida, ofrecerle seguridad y protección, atender sus necesidades de limpieza y socialización.
Pero cuando ya ha crecido, los motivos pueden haber variado y se trata saber qué significan. Estos son los principales:
Afecto: Te hecha de menos y quiere estar contigo. Busca compartir tiempo juntos.
Jugar: Reclama atención para entretenerse. Necesita practicar su habilidades y el juego es la mejor manera de hacerlo. También puede necesitar a alguien que le ayude a desfogar su energía. Nda raro, es loque hace cons us hermano cuando estaba con su familia gatuna.
Cazar: Forma parte de su instinto y lo entrena jugando. Puede saltar sobre tus pies y piernas, que es lo que ve que se mueve a su alcance. Pero también puede ejercitarse con tus manos si le has acostumbrado a que puede jugar con ellas. Cuidado con los accidentes y las heridas.
Necesita algo: Atento al oído, si maúlla ya no es un juego, quiere algo, necesita algo. Escúchalo y observalo. Agua, comida, limpiar la arena… cualquier cosa puede ser, incluso que considere que lo ignoras y quiere su ración de mimos.
Vigilancia: Tu eres la referencia de su entorno. Cuando llegas a casa te dedicas a ir de un lado al otro dejando el abrigo, colocando la compra, al baño, a correr una cortina, recoger cosas, limpiar. Pero para él eres el líder que vigila su territorio para comprobar que todo está bien, que es lo que un gato en libertad hace. Si instinto le hace seguirte para aprender.