Uno de los flamantes fichajes del Kutxabank Araski para la temporada 2022-23, Txell Alarcón, analiza su aterrizaje en la capital vasca, donde espera seguir creciendo en los dos años de contrato que ha firmado con la entidad alavesa. La pujante escolta catalana, procedente del Campus Promete, es una fija en las diferentes categorías de la selección española y tiene un envidiable futuro por delante. Prueba de ello es que pese a su juventud, en la campaña 2020-21 obtuvo el premio de la jugadora con mejor porcentaje de acierto desde la línea del 6,75.
¿Cómo se produjo su llegada a la capital alavesa?
La verdad es que estaba terminando la temporada con el Campus Promete y el representante se puso en contacto conmigo. Sinceramente siempre me había hecho ilusión la posibilidad de formar parte de la familia del Araski. Por eso mismo, cuando me llegó la oferta de Vitoria, me sacó una gran sonrisa. Además, también pude hablar con Made y el proyecto que me comentó me gustó mucho. La verdad es que ni lo dudé a la hora de aceptar.
El Araski ha servido como trampolín a muchas jugadoras que han crecido y dado un paso al frente en Vitoria. ¿Es consciente de ello?
Sí, mi objetivo en el Araski no es otro que seguir creciendo como jugadora y como persona porque creo que aún me falta muchísimo por aprender. Además, creo que el club ha dado con la tecla idónea al formar una plantilla que contiene tanto jugadoras experimentadas como jóvenes que buscan crecer, como es mi caso. Por mi parte, intentaré aprender muchísimo de ellas, de mis compañeras, de Madelén y de todo el staff técnico. Con todo eso, sí que espero poder dar ese salto en mi carrera deportiva.
¿Cómo ha vivido todas sus experiencias con la selección?
Desde la convocatoria en la U14, es decir desde que tenía 14 años, no me he saltado ninguna concentración con la selección. En la U16 quedamos terceras de Europa; después el covid se comió el Mundial de mi generación, pero yo pude ir con las de un año más y la verdad que fue una experiencia brutal. Este año también he acudido con la U20 que no era mi generación, pero hemos quedado campeonas de Europa y la verdad es que no se podía cerrar de mejor manera una etapa. Me queda todavía otro año en la U20 si todo va bien, pero yo ahora estoy muy contenta y agradecida a todo el mundo que ha confiado en mí.
¿Qué le ha proporcionado la selección hasta el momento?
Creo que lo que más me ha aportado a lo largo de estos años son las amistades porque, al ir con 14 años a estas convocatorias, terminas haciendo amistades que muchas de ellas duran a día de hoy. Respecto a los títulos, en especial, me llevo la experiencia en sí misma, ya que viajar e ir a jugar cualquier Europeo te hace una ilusión tremenda. En definitiva, yo destacaría las amistades y la experiencia de poder vivir algo de ese calibre.
¿Cuál es su siguiente objetivo con selección: alcanzar la absoluta?
El año que viene tengo la U20 con las compañeras de mi edad y ojalá podamos volver a conseguir ese oro. Y respecto a la absoluta, ojalá llegue ese momento de tener un hueco con ellas, pero eso aún lo veo muy lejano.
En la temporada 2020-21 recibió el premio de la jugadora de la LF con mejor porcentaje de acierto desde la línea del 6,75. ¿Cómo reaccionó?
Me hizo mucha ilusión porque no me lo esperaba. Me gustó que en la final me saliera un gran partido y pudiera ayudar al equipo siendo la MVP de la final. Además, eso me ayuda a seguir motivada y continuar creciendo como jugadora. Ahora estoy concentrada totalmente en el Araski y ya tengo muchas ganas de que empiece la temporada para que, tanto mis compañeras como yo y todo el equipo, podamos crecer de forma conjunta.
Su principal virtud es el tiro. ¿Trabaja mucho en ello?
Hoy en día, el tiro exterior está de moda en el baloncesto moderno, pero muchas veces es una amenaza más para luego poder generar más juego. Yo siempre entreno e intento mejorar para que mi lanzamiento sea lo más eficaz posible, pero sin olvidar que también tengo que mejorar otras facetas de juego para ser lo más completa posible.
¿Cómo lo ha perfeccionado?
No solo con muchas horas de entrenamiento, sino también entrenando la confianza en mí misma.
¿Qué espera aportar al Araski?
Quiero aportar mi granito de arena en todos los aspectos del juego que el equipo necesite y a la vez sumar no solo con lo que he aprendido estos dos años en la Liga Femenina, sino también con lo que me falta por aprender y mejorar.
¿Cómo se define como jugadora?
Competitiva, jugadora de equipo y alegre, ya que me gusta jugar fluido. Fuera de la pista, soy disciplinada, organizada y alegre. Siempre me estoy riendo.
¿Ha podido dialogar ya con alguna de sus nuevas compañeras?
No mucho la verdad. He hablado un poco con Natalie, pero la conversación fue acerca de la selección y me felicitó por el campeonato, pero sobre el Araski todavía no hemos hablado mucho.
¿Ha escuchado hablar sobre la “Marea Verde” y el ambiente que se respira en Mendizorroza?
Sí, esto sí que me lo han comentado y además, cuando he venido a jugar como visitante con el Promete, se nota el gran ambiente que se vive. Nada más entrar al pabellón, respiras baloncesto y siendo ya el rival me encantaba jugar en Mendizorroza y sentir al público. Más después de estos años de covid, que han sido bastante complicados.
El club quiere recuperar esta campaña el espíritu de lucha de antaño... ¿Lo ve posible?
Una de las cosas que caracteriza a los equipos de Araski es eso mismo, luchar hasta el final y estar al 100% siempre. Encaja a la perfección con mi filosofía.
La Supercopa se va a celebrar en Vitoria, ¿una motivación extra?
Sí, la verdad que no lo sabía. Cuando me lo comentó Madelén me hizo muchísima ilusión. Tengo ya unas ganas brutales de que llegue el momento para comenzar a jugar.
El Kutxabank Araski ha tenido dos temporadas algo más irregulares de lo que se podía esperar. ¿Es una presión añadida?
Aún no hemos tenido contacto con todo el equipo, pero lo que está claro es que vamos a luchar y dejarnos la piel sobre la cancha.
Todavía no han empezado la pretemporada ni la plantilla está confeccionada, pero con lo que ve por ahora, ¿se atrevería a poner unos objetivos?
A nivel colectivo ojalá que consigamos las metas de clasificarnos para la Copa de la Reina y el play off, pero tenemos que ir paso a paso. Primero estamos obligadas a realizar una buena Supercopa, después obviamente lograr la permanencia y luego ojalá lleguen esos objetivos colectivos de poder disputar la Copa de la Reina y las series finales por el título.
¿Qué le parece Vitoria?
Este año he jugado en Logroño y tengo que admitir que he subido un par de veces allí y he comido genial. La ciudad también me pareció preciosa con todos los parques verdes que tiene, pero todavía me falta mucho por ver y conocer. Desde luego, yo estaré encantada por dejarme guiar y descubrir todo su encanto.
Para acabar, ¿cuáles son sus hobbies fuera de la cancha?
La naturaleza y la montaña me encantan para desconectar. También estar con los seres queridos como la familia y los amigos.