Paula Calvo Villalobos es una de las grandes promesas de la natación vasca. A sus 16 años, la nadadora de Elgoibar aspira a seguir dando pasos hacia adelante en una trayectoria a la que no quiere poner límites, pese a ser consciente de las muchas dificultades que conlleva la práctica de un deporte tan exigente como la natación.
¿Qué balance hace de su participación en el Campeonato de España que ha tenido a Sabadell como escenario?
Estoy bastante satisfecha con los resultados. Conseguí una medalla de plata en los 200 metros espalda y dos bronces en 400 estilos y 100 espalda. En algunas pruebas mejoré mis tiempos, aunque en los 200 espalda me había marcado el objetivo de hacer la mínima para el Campeonato de Europa júnior que se disputa en Eslovaquia en el mes de julio (2:16) y me quedé en 2:18. Llegué con una marca de 2:17 y no pude mejorarla.
¿Cómo fueron sus inicios en la natación?
Empecé en la natación siendo muy pequeña, pero no me gustaba y lo dejé. Luego estuve unos años practicando ballet y atletismo. El año anterior a la pandemia de la Covid-19 volví a la natación, pero llegó el confinamiento y tuve que parar. Tras la pandemia empecé a entrenar en el club Eibar Igerixan y competí en una prueba clasificatoria para el Campeonato de España por comunidades de la categoría alevín. Conseguí la mínima para el Campeonato de España y desde entonces sigo en competición.
Agenda de entrenamientos
Para competir bien hay que entrenar y me temo que su agenda de entrenamientos será bastante completa, a pesar de tener tan solo 16 años.
Tengo entrenamiento seis días a la semana. De lunes a jueves entreno entre las 19.30 y las 22.00. Los viernes salgo de clase y cojo el tren a las 14.30 para entrenar en Eibar de las 15.00 a las 17.00. Los sábados, mi entrenador me recoge a las 7.20 para volver a ir a Eibar y entreno entre las 7.45 y las 10.00. Además, dos días a la semana hago gimnasio. Esta semana me ha tocado gimnasio lunes y miércoles, y la próxima tendré sesiones de gimnasio el martes y el jueves. Esos días salgo de clase, voy directamente al gimnasio, luego como y después voy a Eibar para el entrenamiento en piscina que toque ese día.
¿Cuáles son sus próximo objetivos de cara a lo que resta de temporada?
En junio se disputa en Mallorca el Campeonato de España en la categoría absoluta. Allí volveré a tener una nueva oportunidad para hacerme con la mínima para el Campeonato de Europa. Si la logro, me quedaré una semana con la selección española para prepararlo, pero lo primero es lograr la mínima
Mirada hacia el futuro
Soñar es libre y, pensando a unos años vista, ¿se ve compitiendo algún día en unas Olimpiadas?
Por ahora, mi objetivo más inmediato es el Campeonato de Europa júnior, pero si pudiera llegar más lejos, mejor. Es un camino difícil. Hay tres nadadoras muy buenas delante de mi en el ranking, dos del año 2007 y otra de mi misma edad, con las que tengo que competir. Para el Europeo hay cuatro plazas disponibles y en la selección provisional ya hay tres ocupadas. Si consigo la marca, yo sería la cuarta. Para los Juegos Olímpicos solo se clasifican dos por prueba y ahí compiten nadadoras de distintos años, por lo que sería algo aún mucho más complicado.
La exigencia al nivel que está compitiendo ya es muy alta. ¿Cómo gestiona la presión? ¿La siente cuando salta a la pileta?
Sí, especialmente en este último Campeonato de España me ha afectado bastante. En los 200 metros espalda sentí una gran presión. Viajé con la idea de hacerme con la mínima para el Europeo y ese hecho me pesó. Pienso demasiado en el objetivo que tengo que conseguir y eso termina por perjudicarme. En la eliminatoria de la mañana nadé muy mal e hice un tiempo flojo. Salí de la piscina llorando, me sentía bloqueada. Hablé con mi entrenador, me tranquilizó y por la tarde nadé como sabía, mejorando en cuatro segundos el tiempo que hice por la mañana. No logré la marca que buscaba, pero mejoré mi rendimiento.
Exigencia
Pese a toda esa exigencia no deja de ser una chica de 16 años. ¿Cómo compagina la natación con el hecho de salir los fines de semana con los amigos y las amigas?
Es un deporte sacrificado que exige muchas horas de entrenamiento pero, a día de hoy, lo llevo bien. Las competiciones suelen ser los sábados y los domingos, y, si no tengo ningún compromiso, acostumbro a salir. Si tengo competición ese fin de semana, salgo el viernes y reservo el sábado y el domingo para las pruebas. Entre semana, lógicamente no salgo; tengo todo el día ocupado entre los estudios y los entrenamientos.