Si han ido al supermercado estos días, y da igual qué cadena, habrán notado que escasean o directamente no hay botellas de aceite de girasol. La invasión de Rusia en Ucrania ha paralizado la exportación del aceite de girasol y esto, como ya ocurrió en la pandemia con el papel higiénico, ha provocado que haya cundido la histeria entre parte de los ciudadanos que están haciendo acopio de este producto. Ante esto, los supermercados han decidido poner límite a las unidades que se puede llevar cada consumidor y ojo porque podría ser ilegal.
Es lo que explica la Organización de Consumidores, Facua. Su vicepresidente Miguel Angel Serrano que recuerda que los supermercados e hipermercados, con la ley de ordenación del comercio minorista en la mano y el artículo 9.2, "no puede limitar" el número de unidades que cada consumidor puede adquirir. Tirón de orejas por tanto de Facua que advierte de que valorará "tomar medidas" en el asunto.
Además de esto pide a la población que realice un consumo responsable. "Hay que actuar con cabeza", subraya y recuerda que ya ocurrió al inicio de pandemia cuando la gente compraba de manera irracional. "No hay justicación posible para tanto alarmismo", afirma.
En el Estado, recuerda Miguel Angel Serrano, "tenemos condiciones climatológicas envidiables para producción de girasol, y a corto plazo, no deberíamos tener subida de precios" aunque reconoce, sí puede ocurrir en un futuro. "Si hay histerismo, podría subir si la demanda se dispara", señala y aclara es la ley de la oferta y la demanda.