Miguel Bernardeau se sincera sobre los vascos: “Tienen un carácter que va mucho con el mío”

Actualizado hace 4 minutos

Después de triunfar en producciones como 1899 o Élite, el actor valenciano Miguel Bernardeau vuelve a las plataformas para protagonizar la primera serie de Alauda Ruiz de Azúa, Querer, donde interpreta a uno de los hijos de una mujer que, tras 32 años de matrimonio, acude a una comisaría de Bilbao para denunciar a su marido por violación continuada.

Tras producciones como Élite, 1899 o La última, vuelve con uno de los proyectos más complejos de toda su carrera. ¿Cómo ha sido embarcarse en esta miniserie?

-Ha sido un proceso muy bonito. La verdad es que sí, creo que es el proyecto más especial de mi carrera de momento y es un proceso muy bonito. Con un personaje además en el que la directora me ha permitido profundizar y trabajar como actor realmente. En el rodaje hay mucha concentración, silencio, y muchas ganas de profundizar en una historia como esta y de probar, descubrir y arriesgar. 

¿Qué tal se ha sentido trabajando a las órdenes de Alauda Ruiz de Azúa? 

-Alauda es una persona con muchísima sensibilidad y las cosas muy claras. Pero al mismo tiempo también tiene mucha disponibilidad para dejarte trabajar y crecer en lo que tú traes también. Así que ha sido muy bonito.

El tema que trata esta serie es complejo. ¿Qué sentimientos ha despertado en usted este rodaje? 

-Muchas cosas, la verdad. Es un rodaje duro pero muy bonito. Es duro en el sentido de que estás haciendo muchas tomas duras. Llegas cansado a casa y cargado, pero creo que es parte de lo bonito de hacer una serie así. Estás realmente muy involucrado dentro de la historia y ya no solamente como actor, sino como persona también. Creo que eso hace que el proyecto se eleve en todos los sentidos. 

En esta serie hablamos de algo tan actual como el consentimiento dentro de la pareja, la violencia en la pareja. ¿Le gustaría lanzar algún mensaje a la gente joven que empieza a tener sus primeras parejas, que empiezan a conocer lo que es el amor? 

-Yo no soy quién para dar consejos a nadie. Lo que sí creo es que somos una generación que tiene que aprender de mucho machismo que viene de nuestros abuelos, nuestros padres..., y creo que toda relación tiene que estar basada en el respeto y el amor. Pero vamos, esto no es un consejo, ni mucho menos. Es una reflexión. 

Después de este rodaje, ¿cómo definiría el amor, el querer...? 

-Después de este rodaje la verdad es que no veo el amor de una forma distinta. Pero sí que me gustó mucho dentro del personaje poder investigar otras formas de pensamiento, otras relaciones con los padres, otras dinámicas que, al final, eso es lo bonito de mi trabajo, que te enseñan a conformarte como humano. Sí que me ha dado muchas cosas meterme en la piel de Aitor, a pesar de que sea diferente a mí. Me ha dado otra forma de ver las cosas.

Si tuviera delante a Aitor, ¿hay alguna conversación que tendrían?

-Seguro. Yo creo que tendríamos opiniones muy dispares de muchas cosas, pero también creo que podríamos hablar. No sé qué le diría exactamente, la verdad (risas). 

La serie se ha presentado en el Zinemaldia, aunque no era su primera vez en Euskadi. ¿Cómo suele ser la acogida del público vasco cuando está por aquí?

-En realidad no he estado en ningún otro festival, pero este me parece mágico. Siempre que he venido me han tratado superbién, me he sentido muy cómodo... San Sebastián me parece una ciudad preciosa. Estoy muy contento. 

En otra ciudad, en Bilbao, descubrió que iba a formar parte del reparto de Élite. ¿Hay algún otro momento que haya vivido en Euskadi que atesore con especial cariño?

-Sí. El rodaje de Querer quizá también, o el rodaje de mi segunda película, Ola de crímenes. Le tengo muchísimo cariño a Euskadi, porque también tengo muchísimos amigos aquí. Mis amigos surfistas y toda la comunidad del surf, muchos de ellos son de aquí. Voy mucho a surfear a Zarautz. Es un sitio al que le tengo mucho cariño, porque además se come increíble. Es un lugar en el que estoy muy cómodo, que siento muy cerca de mí. Quiero mucho a la gente vasca, tienen un carácter que va mucho con el mío, quizá. 

La pregunta es obligada. ¿Dónde se cogen las mejores olas y dónde se comen los mejores pintxos? 

-Ostras, qué difícil. Las mejores olas, supongo que depende. Tenéis algunas muy conocidas, como Mundaka. Y los mejores pintxos, yo te puedo decir que el otro día aquí me comí creo que el mejor pintxo de tortilla, muy cerca del María Cristina. 

O sea que nos quedamos con el de tortilla como pintxo estrella. 

-Sí, es increíble. 

Lleva poco tiempo en el mundo de la interpretación, pero ha llegado pisando fuerte. ¿Hay algún actor o actriz con el que le gustaría compartir proyecto? 

-Muchísimos. Muchos han pasado por el festival este año y he pensado: “Jo, me gustaría trabajar con ellas y ellos”. 

También es un apasionado, como comentábamos, del surf. ¿Alguna vez se ha imaginado cómo sería su vida de no haberse dedicado a la interpretación? ¿Estaríamos ante uno de los mejores surfistas del mundo?

-(Risas). No creo, ojalá. Pero sí, como tú dices, no sé qué sería de mí si no me hubiera podido dedicar a esto. No tenía un plan B y tampoco sé qué haría. Mi vida sería muy distinta, pero no sabes lo afortunado que me siento de poder dedicarme a esto. Para mí es el mejor trabajo del mundo. 

Además, le han llegado proyectos muy interesantes, como El Zorro. ¿Cómo ha sido la experiencia de ponerse en la piel de un héroe de estas dimensiones?

-El Zorro yo creo que es una serie que por el rodaje y demás ha tenido muchas dificultades, que yo creo que se han podido notar, pero también es un rodaje en el que yo me lo pasé muy bien y aprendí muchas cosas. Aprendí a usar una espada, un látigo... Todo al final son escalones en la vida.