Miguel Bosé ha estado este miércoles en numerosos medios de comunicación intentando ofrecer una imagen serena, bien alejada de la polémica que le ha llevado a ser un constante trending topic en Twitter durante la pandemia por sus declaraciones negacionistas y antivacunas. Y lo ha hecho porque estaba de promoción de su biografía, El hijo del Capitán Trueno.
Aunque en casi todos los medios ha evitado pronunciarse sobre la pandemia asegurando que "el libro no habla de eso", sí lo ha hecho en una entrevista para El Mundo. Ha hablado poco, muy poco, sobre el coronavirus, pero lo suficiente como para dejar claro que se reafirma en todo lo que ha estado diciendo en los últimos tiempos.
Así, en la charla mantenida con Iñako Díaz-Guerra el cantante asegura que "hemos perdido dos años, nos los han robado" y sigue contrario a la vacuna. "Simplemente no me la creo", afirma, y extiende su incredulidad hacia toda la ciencia. "La ciencia es enorme y nos ha dado grandísimas cosas, pero últimamente está completamente vendida, la medicina la que más. La ciencia es la nueva Inquisición, un ejército de Torquemadas".
Además, mostró su rechazo a la cumbre del clima de Glasgow, en este caso a preguntas de Cristina Pardo para Más Vale Tarde. "Es una farsa muy grande, son muy cínicos", dijo.
La política, su "gran error"
A la periodista de La Sexta también le reconoció su arrepentimiento por haberse significado políticamente en el pasado, como sucedió con Zapatero y el gesto de "la ceja". "La política es el gran error de mi vida. Me he equivocado siempre. A mí la política me ha desencantado, no creo en ella. Creo que se ha perdido la credibilidad".
Por último, cuando la periodista navarra le nombro a Jordi Évole, que le realizó una polémica entrevista hace unos meses, Bosé le respondió tres veces "¿Jordi quién?", para acabar añadiendo "¿quién es?".