Siguiendo los pasos de ilustres latigadores del PP como Álvarez Cascos, Zaplana o Rafa Hernando, no hay día en que Miguel Tellado no haga gala de su capacidad para esparcir ponzoña por tierra, mar y aire. Y si, como fue el caso ayer, hay que convertir en referente a un tipo que ha confesado ser corrupto y corruptor de la talla de Víctor de Aldama, se hace y punto.
#MentirasMuyGordas
Intoxica con una denuncia que no fue admitida por falaz
“Hoy Aldama ha incriminado a Ángel Víctor Torres, a María Jesús Montero y su jefe de gabinete, a Marlaska y, lo más grave, al presidente del Gobierno y a su mujer”, graznaba en X como argumento para volver a atizar a Sánchez. Lo que no contaba era que lo que había difundido el conseguidor era una fantasiosa denuncia que la Fiscalía mandó al cajón nada más recibirla porque no se sostenía por ningún lado. O peor, porque apestaba a maniobra vengativa por motivos ideológicos. Obviamente, al hombre de confianza de Alberto Núñez Feijóo tal circunstancia se la trajo al pairo. Enfanga, que algo queda.
#TorpeNeofascista
Aitor Esteban lo pone en su sitio (una vez más)
El precedente de Tellado en su labor de guarrear el campo de juego había sido malmeter sobre la recuperación legítima por parte del PNV de la sede del Gobierno vasco en París. Incluso antes de que le preguntaran por ello, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban calificó al lenguaraz gallego como “torpe” y “neofascista”. Qué menos.
#JuntsVoxPP
Rufián contra Junts
Todo esto, en una jornada en la que Junts escenificó en el Congreso su ruptura con Pedro Sánchez tumbando los tres decretos que se sometían a votación. Entre otras cuestiones, los postconvergentes se cargaban de un plumazo la subida de las pensiones, la prórroga de la subvención al transporte público y parte de las ayudas a los damnificados por la DANA.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, cargó duramente contra los de Puigdemont desde la tribuna de oradores. En su cuenta de X los resumió así: “PP, Vox, Junts”.
#CachorritoDeRepsol
Podemos también muerde a Pedro Sánchez
Si por la diestra Sánchez recibía las lanzas de Junts, por la siniestra le llegaban las acometidas de Podemos. O, personalizando, de su secretaria general, Ione Belarra, que acusaba al presidente del gobierno español de haber convertido en papel mojado su acuerdo con los morados sobre el gravamen a las energéticas.
“Los cachorritos de Repsol no eran Aitor Esteban y los suyos, el principal cachorrito de Repsol en el Congreso es Pedro Sánchez”, sentenciaba la sucesora de Pablo Iglesias. Mal rollito. O sea, pésimo rollito.