Tal día como hoy, 10 de enero, en 1924, nació un artista que aprendió a darles mil y una formas al hierro y al hormigón, materiales que retorció como si fueran las materias más maleables. Eduardo Chillida, vasco universal, escultor (si hubiera que ponerle sólo una etiqueta) pero apasionado de todas las artes.
En esa misma línea, un homenaje a la altura del legado de Chillida no podía circunscribirse, exclusivamente, a una sola materia. Música, danza, oratoria y hasta un cómic se cuentan entre los elementos con los que se va a celebrar el centenario de su nacimiento. El pistoletazo de salida será esta tarde sobre el escenario del Teatro Victoria Eugenia.
Mikel Chillida, director de Desarrollo de Chillida Leku, miembro del comité de organización del centenario y nieto del artista, recordaba así a su aitona en Onda Vasca con Txema Gutiérrez: "Como un artista, estaba cargado de dudas y preguntas y, como persona, era curiosa, con una mirada afilada, con hambre de saber. Nosotros nos dedicamos a mirar. Él miraba y también veía".