El gol es una cuestión de todos. Es evidente que la misión específica de los jugadores más adelantados es generar y anotar, pero los centrocampistas e incluso los defensas también tienen que aportar en el capítulo más trascendente del fútbol. No es normal que con el arsenal ofensivo del plantel de Imanol, los números revelen que se trata de los conjuntos que menos dianas lleve del campeonato, con una media de poco más de un gol por encuentro lo que le convierte en la plantilla que mejor rentabiliza sus goles del Viejo Continente.
Son muchos los realistas invitados al banquete del gol que apenas estaban contribuyendo a la causa. En Mallorca por fin aparecieron dos futbolistas de calidad superior, capaces de marcar diferencias y con nivel para rondar o incluso superar la decena de goles por campaña. Cojo o no, una de las muchas cualidades de Mikel Merino es la llegada por sorpresa al área y su capacidad para anotar. No parece lógico que a estas alturas de la campaña el navarro solo lleve tres goles en Liga (y otro en la Europa League), con el que sentenció ayer al rival insular. El anterior databa de Pamplona, que fue tan especial y distinto para él como gran aficionado rojillo: "Quién me iba a decir cuando era crío que iba a meter gol en el Sadar con una camiseta que no fuera la de Osasuna, pero...", señaló semanas después. Sucedió el 7 de noviembre, hace más de siete meses. Demasiado tiempo.
A su lado ha florecido como si entrase la primavera David Silva. El canario lleva dos partidos a un magnífico nivel, lo que sin duda se ha notado en el equipo al ser un futbolista que lo que más le gusta es asociarse y hacer mejores a los demás. El mago de Arguineguín estrenó en Mallorca su casillero de dianas este curso, algo especialmente sorprendente si se tiene en cuenta su calidad y que siempre ha marcado goles donde ha jugado, pese a ser más asistente que finalizador.
El resto de los realizadores txuri-urdin hasta la fecha son Oyarzabal, con ocho; Aritz e Isak, con cuatro; Merino, con tres; Lobete y Januzaj, con dos; y Silva, Rafinha, Barrenetxea y Sorloth, con uno. Para asegurar Europa de nuevo, la Real necesita aginar la puntería y afilar el colmillo. Pero con Merino y Silva inspirados, cualquier objetivo es posible... Dos jugadores con status de Champions.