Mikel Rico: "Compañeros como Villalibre son los que agradeces en tu equipo, solo te queda quererle"

El duelo de este sábado en Mendizorroza entre el Alavés y Cartagena vuelve a ser una jornada decisiva para que el Glorioso continúe en lo más alto de la tabla. El rival que tratará de impedir la sexta victoria consecutiva será un conjunto que reúne en sus filas a varios veteranos que suman en sus botas centenares de partidos. Es el caso de Mikel Rico, el alma del conjunto murciano que, a sus 38 años, continúa siendo una pieza clave en la sala de máquinas capitaneada por Luis Carrión.

¿Cómo valora la campaña que está realizando en Cartagena?

Está siendo una temporada ilusionante en lo personal y lo colectivo. Estamos haciendo un gran año, hemos pasado un bache de ocho partidos sin ganar que nos ha alejado de esa zona de privilegio, pero queda mucho. Estamos a tiempo de meternos en la pelea y estoy disfrutando muchísimo.

La distancia respecto al ‘play off’ es de seis puntos. ¿Hay motivos para soñar?

Está claro que sí. Vas octavo, tienes dos equipos por delante a los que tienes que superar, partidos directos contra ellos y queda mucho. Aún queda. Por arriba hay cinco conjuntos que deberían no fallar para meterse en play off o ascenso directo y probablemente quede un puesto para otro equipo. Vas a cualquier campo y cualquiera te puede ganar. En Segunda si no compites bien, te pasan por encima. Cuesta mucho ganar y da igual jugar contra el líder o el colista.

¿Cómo afronta el duelo ante el Alavés en Mendizorroza?

Venimos de ganar al Eibar y Oviedo y de dar una buena imagen en casa ante el Levante. El equipo está en un buen momento para visitar a uno de los cocos de la categoría. Mendizorroza siempre es atractivo para jugar, con un ambiente espectacular desde el primer minuto. Vamos con la idea de sumar de tres, somos valientes. La propuesta del entrenador es de jugar, apretar alto y ser protagonistas en cualquier sitio. Eso nos ha funcionado.

Alavés y Cartagena son dos equipos que buscan protagonismo con el balón. ¿Será esa una de las claves del partido?

Desde luego. Una de las claves del encuentro es esa. Es cierto que el Alavés se puede sentir más cómodo sin balón que nosotros porque es un equipo que se puede juntar, transitar y tiene muchas variables, tanto en ataque como en defensa. A nosotros sin balón nos cuesta un poco más, pero también tenemos nuestras variantes.

Mendizorroza es uno de esos estadios que gusta visitar incluso de visitante, ¿no?

Está claro. Somos futbolistas para jugar en campos como Mendizorroza, que están llenos y que tienen un ambiente espectacular. Cuando has ido superando cada categoría valoras el hecho de jugar en un estadio como este. Mendi siempre está con el equipo pase lo que pase, ganen o pierdan. Hay un ruido acojonante y en ese sentido es uno de los mejores campos de la categoría.

¿Cuál es su diagnóstico sobre el centro del campo del Alavés? 

Son jugadores muy completos, tienen gran recorrido. Salva es un jugador muy experimentado, de mucha calidad, que es capaz de llegar al área desde segunda línea y que, además, tiene un buen golpeo. También está Guridi, que me parece en su puesto top-3 de la categoría. El Alavés tiene un muy buen equipo, pero sobre todo destaco su compromiso. En Segunda es fundamental tenerlo. Por mucho que reúnas a buenos jugadores, si uno no corre, cualquier equipo te supera. 

Otra novedad del Glorioso es la llegada de Asier Villalibre, al que usted conoce muy bien. ¿Cómo recuerda al de Gernika?

Me alegro muchísimo por él. Si le conoces desde dentro del vestuario, solo te queda quererle. Es un tío espectacular, tímido, calladito, pero un trabajador. Nunca se mete en jaleos y siempre suma. Compañeros como Asier son los que quieres en tu equipo. Es competitivo, cuando cambias de club siempre da algo de miedo por si te cuesta entrar, pero irrumpió de manera espectacular, haciendo ruido, y es una variante más para el Alavés.

Los que conocen a Villalibre aseguran que es una persona “normal y corriente”. ¿Es así?

Es un tipo sencillo. No hace nada para vender humo ni para ganarse a la gente, Asier es transparente y eso gusta. Además, tiene muy buenas condiciones futbolísticas y cuando le das minutos obtienes resultados. El Alavés tiene muchas opciones en ataque y Villalibre reúne esa mezcla de asociarse con los compañeros e ir al espacio. También tiene la capacidad de generar una ocasión o un gol con cada balón que cae en el área, esa es una de sus mayores virtudes. 

¿Cómo valora la oportunidad que le brindó el Cartagena? 

Valoro mucho la confianza que me dio el Cartagena desde el primer día. Estoy súper agradecido porque al final cuando pasa una edad y pasas tiempo sin jugar la gente dice que es porque estás tieso y mayor. Hay gente con 24 años que tampoco juega pero nadie se plantea que no juegue porque esté tieso. Fastidia un poco. El hecho de que el Cartagena no se fije en la edad y priorice en si gustas o no como futbolista es de agradecer. Por eso ,estoy disfrutando mucho porque han sido honestos conmigo.

Desde la primera jornada se consolidó como una pieza clave en el once. ¿Era este rodaje de minutos lo que perseguía?

El año pasado acabé sin jugar en el Huesca y no quería dejar el fútbol con esa sensación porque me veía bien. Quería demostrarme a mí mismo que podía competir. Vine al Cartagena con esa misma idea, desde el principio el cuerpo técnico confió muchísimo en mí. Los tres últimos partidos he tenido menos participación, el técnico (Luis Miguel Carrión) tiene donde elegir y el equipo anda bien. Toca esperar y estar preparado. Esa competitividad enriquece siempre al jugador y al grupo. Tenemos una plantilla bastante completa.

¿Se considera uno de los ‘viejos rockeros’ del Cartagena?

Una de las cosas que tiene el Cartagena es que no mira el DNI. Tenemos la media de edad más alta de Segunda, el año pasado estaba aquí Rubén Castro y a mí me firman sin jugar media vuelta y con 38 años. Están también jugadores como Damían Musto y Alcalá; somos veteranos. Si consigues hacer una buena mezcla es clave para hacer un buen año. Está claro que tienes que tener hambre porque si no la tienes, por mucha experiencia que tengas, estás muerto. 

¿Percibe algún prejuicio respecto a los futbolistas veteranos?

Sí que notas algún prejuicio, pero lo entiendo como algo natural del propio proceso del futbolista. Cuando superas la barrera de los 34 años y no juegas, la gente piensa que es porque estás mayor y te tienes que retirar. Parece que si no juegas a partir de una edad es porque ya no vales, y no es así. Que haya clubes como el Cartagena que no reparen en la edad está muy bien.

¿Cuál es el secreto para mantenerse al alto nivel durante años?

Siempre he dicho que el día que no tenga ilusión o motivación es cuando me echaré a un lado. Soy competitivo y a mí no me gusta que me ganen ni en los entrenamientos. Cuando me sienta débil a nivel físico o vea que no tengo ganas de empezar una nueva temporada es cuando me echaré a un lado. A día de hoy me sigue moviendo la ilusión y la motivación.

Esa experiencia es clave a la hora de acoger a jóvenes que suben del filial. ¿Se siente como un padre?

He estado en el Athletic y vengo de un club que vive de la cantera. Cuando sube alguien al primer equipo siempre hay que ayudarle e integrarle para que se adapte lo más rápido posible. Es el futuro del Athletic lo que te va a sacar las castañas del fuego. Quizá por haber estado en Lezama, cuando he ido fuera me he arrimado más a la gente que sube desde el filial para ayudarles en todo lo que pueda. 

Entiendo que, en su caso, también recibió la ayuda de algún veterano.

En tu carrera, al ser joven, siempre ha habido alguien que te ha echado una mano. En mi caso fue Rafa Barber en el Conquense, que yo tenía 18 añitos y me ayudó un montón en cuanto a la mentalidad para ser futbolista. Le estaré agradecido toda mi vida y ahora que tienes una edad, si algún joven se te acerca y ves que quiere vivir del fútbol y que escucha los consejos, da gusto ayudar.

¿Queda Mikel Rico para rato?

Para ratito sí, para rato no lo sé (ríe). No es algo que esté pensando, estamos en febrero y tomaré la decisión más adelante. No tengo una decisión tomada, pero hasta entonces disfrutaré del día a día y seguiré dando todo en cada entrenamiento. Cuando te queda poco, valoras cada momento. Por suerte no me ha ido mal en el fútbol y llega a un punto en el que el objetivo es disfrutar y no tienes ese miedo de quedarse fuera de la rueda. Quiero competir, pero no tengo esa necesidad. Cuando no juegas y acabas contrato, y tienes el miedo de ir a un equipo peor cobrando menos, la semana se lleva diferente. Cuando tienes cierta edad y no peleas por eso, disfrutas mucho más del hecho de jugar, e incluso cuando no juegas te lo tomas de manera diferente. La cabeza va de otra manera.