“Evidentemente lo he pasado mal al no entrar en el Campeonato de Parejas”, dice Mikel Urrutikoetxea, sin poner paños calientes a su situación actual en Baiko Pilota. La empresa no contó con él en detrimento de Peña II, Artola, Laso y Jaka para las titularidades y tampoco le dio la oportunidad de demostrar su valía en la única suplencia que ha habido hasta el momento en la delantera. Iker Larrazabal fue la apuesta. “Quedarse fuera es difícil por todo lo que conlleva. Si no entras, hay pocos partidos. Últimamente estoy jugando muy poco. Desde el día 30 de diciembre hasta ahora no he tenido partidos. Entrenando me veo bien y de manos estoy bien. Eso es lo importante”, desbroza el campeón de Zaratamo.
Las bajas de Aitor Aranguren y Jon Mariezkurrena en Primera, así como el mal de manos de Iker Elizegi, y el difícil encaje en la zaga abrieron la oportunidad de que Mikel volviera a una demarcación que no es la suya, pero que no le es ajena, pues jugó los campeonatos de 2016 y 2020, llegando a las dos finales y ganando la primera edición. Este sábado vuelve a ser el comodín de Baiko tres años después de disputar su último choque atrás –el 8 de diciembre de 2020 y precisamente ante el mismo rival, Julen Martija–. Se une a Unai Laso en el frontón Bizkaia de Bilbao ante Altuna III-Martija, enrachados. “He tenido la oportunidad de jugar dos veces de zaguero el Parejas y las cosas salieron bien. Este es otro partido más en una posición que no es la mía”, relata el zaratamoztarra.
El caso es que Urrutikoetxea arribará en una cita complicada con apenas dos ensayos específicos. El lunes le llamaron para deslizarle la propuesta de actuar de zaguero y el martes realizó una prueba junto a Jaka-Eskiroz. “Quería que los responsables de Baiko me vieran entrenar y optaran ellos. Dependo de la empresa. Decidieron que era apto para jugar y así saldré a la cancha”, describe Mikel. “El otro día hicimos un entrenamiento y le vi muy bien. Goza todas las pelotas”, admite Unai Laso. Aimar Olaizola, director técnico de la firma, también lo corrobora: “Entrenó muy bien”.
“ Quería que los responsables de Baiko me vieran entrenar y optaran ellos. Dependo de la empresa. Decidieron que era apto para jugar y así saldré a la cancha ”
El caso es que dos semanas antes ya realizó otra sesión como guardaespaldas. Fue en Tolosa con Larrazabal ante un pelotari aficionado y Albisu. Se presentó voluntario, dado que no había zagueros disponibles, en una prueba para comprobar el estado de la mano derecha del zaguero de Ataun.
"Siempre me he adaptado bien"
“Siempre me he adaptado bien, pero llevo tres años sin vestirme de blanco como zaguero”, reflexiona el vizcaino, quien reseña que “intentaré hacerlo lo mejor posible y ayudar a mis compañeros. Tengo claro que es una demarcación que no es la mía”. Pese a todo, no cree que haya una presión añadida sobre sus hombros por el hecho de que Laso-Aranguren se encuentren en una situación competitiva muy delicada: “Si Laso y Aranguren se estuvieran jugando algo, saldría con la mismas ganas de querer hacer un buen partido. Entrenando estoy bien. Soy consciente de que llevo mucho tiempo sin jugar de zaguero y tengo mis dudas. Hay que salir al frontón ante una pareja que está haciendo las cosas bien. Con gente en las gradas no es lo mismo que entrenando. Las sensaciones han sido buenas y tengo confianza en que sigan siéndolas”.
“ Intentaré hacerlo lo mejor posible y ayudar a mis compañeros. Tengo claro que es una demarcación que no es la mía ”
Respecto al ritmo de juego, previsiblemente tocado por la falta de oportunidades en Baiko –el de este sábado será su quinto partido desde el 8 de octubre–, el campeón cuenta que “he seguido entrenando igual y le he dado caña al físico. Sí que los partidos te dan ese punto de confianza. No es lo mismo entrenar que vestirse de blanco”.
"No me sorprende la decisión de Baiko"
De este modo, Laso estrena zaguero. “No me ha sorprendido la decisión de la empresa. Viendo que Mariezkurrena II también había acabado mal, tampoco había más opciones. Mikel está sin partidos y le viene bien. Le veo motivado”, explica el de Bizkarreta-Gerendiain. Lo que está claro es que el planteamiento varía con respecto a Aranguren. El delantero entra más de aire. Un paso adelante. Ritmo.