Sus palabras pronunciadas en el Jubileo de Platino, “gracias, señora, por todo”, sonaron (sin duda) a despedida y agradecimiento. Es la frase más recordada del vídeo que abrió el pasado mes de junio las celebraciones por el 70º cumpleaños del reinado de Isabel II. Un corto de ficción en el que la monarca más longeva y con más flema de la historia del Reino Unido bajó al barro para protagonizar junto al osito Paddington el té más divertido de sus siete décadas de reinado. Siete minutos de fantasía en los que Isabel no solo merendó junto a uno de los personajes más queridos de la pequeña y gran pantalla. También desveló qué objetos siempre le acompañaron en su misterioso bolso. Un hecho inédito para quien a lo largo de tantos años mantuvo equidistancia entre la corona y el pueblo. Pero Her Majesty, sabedora de que su despedida se aproximaba, quiso dejar otro momento para la posteridad, y por ello escogió de compañero de reparto a su peluche favorito.
Todo un icono británico, como los autobuses rojos o las cabinas telefónicas del mismo color, que también se elevó como presente de despedida una vez fallecida la reina más poderosa de Europa. Cientos, miles de ositos Paddington, se depositaron en los jardines, plazas y edificios públicos de todo el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, también en la Commonwealth, a modo de homenaje para con la soberana. De ellos, más de mil en la plaza anexa al acceso principal del Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor. Y ahí mismo permanecieron hasta el día del pomposo entierro de Elizabeth Alexandra Mary. Tras él, los efectivos de seguridad los retiraron a un almacén sin tener aún claro el destino de tanto adorable peluche. Todo un problema de acumulación para el que ha hallado solución la futura reina consorte.
Según los tabloides británicos, muy atentos estas últimas semanas a tan determinante cuestión, Camilla Parker-Bowles ya ha hecho llegar estos más de mil ositos Paddington a Bernardo’s, una organización benéfica sin ánimo de lucro. Fundada en 1866, su objetivo principal es ayudar a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad.