El presidente de Argentina, Javier Milei, ha nombrado por decreto este martes a Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como jueces del Tribunal Supremo, a pesar de que el pasado año no recibieron los apoyos suficientes del Senado fijados por la Constitución, aprovechando el receso del Congreso, que no retomará su actividad ordinaria hasta la próxima semana.
La oficina presidencial ha anunciado a través de un comunicado la designación "en comisión" de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como miembros del máximo órgano judicial, "hasta la finalización del próximo período legislativo, con el objetivo de normalizar (su) funcionamiento", alegando que este "no puede llevar a cabo su rol con normalidad con tan solo tres ministros".
Milei ha hecho uso del decreto mientras el Congreso argentino se encuentra en receso, hasta que de comienzo el período ordinario de sesiones el próximo 1 de marzo.
Cabe destacar que los dos jueces ahora nombrados a dedo por Milei no consiguieron los dos tercios de los apoyos del Senado que exige la Constitución de Argentina, después de que se postularan en marzo del pasado año. De hecho, en su comunicado, el Gobierno argentino no ha planteado este hecho como una debilidad de su propuesta, sino como un incumplimiento de la Cámara Alta, que "debió haber prestado acuerdo a los candidatos propuestos por el Poder Ejecutivo".