MIMOZ, la firma bilbaina de prendas de ganchillo: “Mucha gente relaciona el tejer con un ‘hobby’ de señoras mayores”

A la bilbaina Miren Frade Pikaza siempre le ha gustado crear con sus manos desde que era pequeña. De hecho, constantemente ha tenido presente el recuerdo de su amama Mary y sus hermanas en el salón de casa, “ganchillo en mano”, tejiendo mantas de grannys (pequeños cuadrados confeccionados con esta técnica) para toda la familia.

Sin embargo, fue con su ama Begoña con la que empezó a dar sus primeros pasos con las dos agujas, pues ella ha sido quien le ha enseñado el valor de las cosas hechas a mano. “He creado MIMOZ con la intención de recuperar las cosas de siempre y darle valor a las prendas y complementos hechos a mano que perduran en el tiempo”, comenta la artesana tejedora.

La principal técnica que se usa en MIMOZ es el ganchillo. Cedida

Prendas tejidas “despacio y con cariño”

Miren Frade ha ido aprendiendo poco a poco con cada patrón que ha tejido, a la vez que se ha formado en diferentes talleres de punto, patronaje de jerséis y chales, mendigoizales y calcetines, u otros más prácticos de hilado, tipos de fibras y tintes naturales. Además, cada una de sus prendas está tejida “despacio y con cariño”. Como son 100% hechas a mano por ella, invierte muchas horas, desde proyectos más pequeños que confecciona en una semana hasta mantas que tarda alrededor de un mes en terminar.

Miren Frade comenzó tejiendo para su familia. Cedida

Encargos personalizados y especiales

Casi todo el trabajo que MIMOZ recibe es bajo pedido, por lo que para Frade todos sus encargos son personalizados y especiales. “Me gusta tener proyectos que luego pasen a ser recuerdos, como fue un chal que tejí para una novia”, puntualiza. Además, también destaca que le hizo especial ilusión tejer los primeros mendigoizales para sus hijos. Aparte, destaca que también está muy orgullosa de haber tejido la colección de punto de bebés para la marca bilbaina AMZ.

Desde el parque hasta la playa

Como anécdota, esta artesana tejedora nos comparte que es algo usual verla tejer a cada rato libre que tiene, ya sea en un banco en el parque mientras su hijo juega o en la playa en verano. “Mucha gente me mira alucinada, relaciona el tejer con un hobby de señoras mayores, y no es así. Hay una comunidad enorme de mujeres jóvenes tejiendo y diseñando patrones modernos desde la tradición”, explica Frade.

A Miren Frade le gustaría tener en un futuro su propio taller. Cedida

Por otro lado y, en sus palabras, las redes sociales son una gran ayuda a la hora de dar a conocer su trabajo, pero le gusta mucho más el contacto personal que se crea en los mercados y en las ferias de artesanía, donde se pueden apreciar in situ la calidad y los diseños de sus prendas.

Las prendas de MIMOZ están confeccionadas 100% a mano. Cedida