Mira cómo la inteligencia artificial vende sus obras de arte por miles de millones

Actualizado hace 6 minutos

Las obras de arte han revolucionado el mundo, no solo por ser un medio de expresión y una manifestación de lo bello que ve el autor, sino también por expresar áreas como la arquitectura, la ciencia, la literatura y más… sobre el lienzo. Es así que los humanos dibujaron hace más de 45.000 años figuras de animales y trazos geométricos sobre las paredes de las cuevas; sin embargo, no se pueden cuantificar ni conocer las obras creadas en los últimos periodos.

Quizá, en el fondo, no se engaña usted al pensar que le preocupa que la inteligencia artificial (IA) le robe su empleo porque esta tecnología dentro del modelo computacional ha sido inspiración en los últimos años: desde los videojuegos, la música, el cine hasta los programadores visuales de artistas. Definitivamente, que sin darse cuenta resulta ser el humano: el creador y el usuario, quienes están haciendo uso de esta herramienta por antonomasia.

Estas habilidades no solo abren caminos hacia nuevas formas de expresión, sino también plantean interrogantes sobre el concepto de la creatividad, la originalidad o la autoría en el arte. No se asuste, está claro que detrás de la inteligencia artificial está la aportación del humano, ya que alguien alimenta a la máquina a través de unos códigos, un estilo propio e infinitas opciones. Entre otras diferentes maneras la IA se puede aplicar a la composición e interpretación de música, creación de obras y retratos.

La inteligencia artificial se ha destacado por revolucionar el mundo del arte y aún más por la reciente subasta de una pintura creada por un robot humanoide. A continuación, te contamos más acerca de las diferentes obras creadas por IA.

‘El dios de la IA’

Ai-Da es una robot humanoide con inteligencia artificial (IA) y una de las más avanzadas del mundo, capaz de generar ideas a través de conversaciones. Fue su idea crear un retrato del matemático Alan Turing, al que se le considera el padre de la IA. El dios de la IA es una obra de 2,2 metros de altura y fue subastada por un precio récord equivalente a un poco más de un millón de euros.

Sin duda alguna, el retrato de Turing marca un hito en la historia del arte moderno y contemporáneo porque refleja el punto de encuentro entre la tecnología de IA y el ámbito del arte. De manera sencilla y clara, los miembros del estudio le preguntaron sobre el color, el contenido, el estilo y la textura que iba a usar. Después le pusieron una fotografía de Turing y la robot produjo la pintura.

‘Don Quijote de la Mancha’

Miguel de Cervantes no ve ni rastro de lo que está pasando en esta época ni mucho menos sabe que existe una máquina que trata de imitar su estilo, forma y estructura del modelo cervantino. El Quijote a través de una máquina es solo apariencia, ya que capta una serie de ideas del libro para reproducir cantidades de textos. Por ende, el resultado se reduce a escritos que necesariamente no importa que no tengan sentido, pero que brindan la esencia de Cervantes y aquello lo hace llamativo al espectador.

‘1 The Road’

1 The Road es la primera novela escrita con inteligencia artificial y fue ideada en 2018 por el estadounidense Ross Goodwin. El contenido de la novela reproduce textos que imitan a un estilo ya existente de otros autores. También hay fragmentos en el libro que resultan incoherentes que se integren en la trama. Por ello, los filólogos catalogaron al libro como pasable por la falta de capacidad de análisis profunda. No obstante, a los fanáticos de la IA no les importa pagar por la primera novela artificial.

Música IA

Resulta fácil y aceptable encontrar música generada por inteligencia artificial (IA) en cualquier plataforma digital, convirtiéndose en grandes hits para algunos oídos que sin culpa alguna pagan el precio de una canción de IA. Ahí es donde esta inteligencia actúa en recopilar canciones e imitar con una sorprendente precisión la voz de algún artista. Es decir, la diferencia es sencilla, un compositor humano puede verse influenciado por sus experiencias y emociones, una IA sigue instrucciones para generar música.