El rey Mohamed VI de Marruecos decretó tres días de duelo en el país por el terremoto que dejó al menos 1.037 muertos y otros 1.204 heridos, y ordenó desplegar un programa de emergencia para atender a las víctimas y rehabilitar los edificios dañados.
Tras una sesión de trabajo par examinar la situación tras el seísmo, el soberano expresó el agradecimiento de Marruecos a "los muchos países hermanos y amigos que han expresado su solidaridad con el pueblo marroquí en esta difícil situación", indica un comunicado del Gabinete Real publicado por la agencia estatal MAP.
Mandatarios y gobiernos de diferentes partes del mundo han ofrecido ayuda a Marruecos tras el devastador terremoto que ha dejado varios centenares de muertos y heridos en una decena de provincias del país norteafricano.
Según los últimos datos difundidos este sábado por el Ministerio del Interior marroquí, se registraron víctimas en una decena de provincias: Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 542 fallecidos, seguida de Taroudant (321 víctimas mortales), Chichaoua (103 fallecidos), Ouarzazate (38), Marrakech (13), Azilal (11), Agadir (5), Casablanca (3), Al Youssufia (1) y en Tinguir (1).
Según un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí, el terremoto, de magnitud 7, sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech y se produjo a las 23.11 hora local (22.11 GMT del sábado) a 8 kilómetros de profundidad.