La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha explicado esta semana que el Ejecutivo trabaja “con discreción y calma” para que inversores, prioritariamente españoles y europeos, se hagan cargo tanto de Talgo como de Naturgy, y ha apelado a esa prudencia para “no causar turbulencias que puedan perjudicar a compañías que cotizan en Bolsa”.
“El Gobierno va a a trabajar por que las empresas estratégicas o que afectan a la seguridad nacional mantengan capital español o europeo con la suficiencia para que nuestro país pueda ser autónomo”, señaló el pasado jueves. La también ministra de Hacienda explicó que Naturgy es una de esas empresas estratégicas, por afectar a un sector sensible como es el energético, de ahí que, “si hay otros inversores, tenemos que conseguir capital nacional o europeo de tal forma que los intereses de España estén perdurados”.
Precisó que no hay ninguna decisión tomada e insistió en evitar cualquier detalle más por “cautela”, porque se trata de una empresa que está cotizando en Bolsa y no quiere que se produzca ninguna alteración en los mercados. “El Gobierno está decidido a que empresas vinculadas a la seguridad nacional, como ha ocurrido con Telefónica, donde hay opa de fondos con residencias en otros lugares, mantengan salvaguardados los intereses nacionales y tenemos instrumentos para ejercerlo”, afirmó.
Preguntada por el caso específico de Talgo, Montero también defendió que debe tener un empresariado español o europeo “de forma significativa”, y explicó que el Gobierno está “trabajando para que haya más inversores, buscando más actores para dar continuidad al conjunto de empresas”. También reiteró que se necesita “cautela y discreción” para no “provocar turbulencias”. Montero indicó que cada empresa lleva su propio itinerario, pero sí ha querido confirmar que se va a trabajar por que estas empresas, cuyos sectores son de interés para la seguridad nacional, “mantengan la prioridad de un capital español o europeo”.
Su compañera de partido y también vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, insistió en que el Ejecutivo Español estará “vigilante” ante la posible oferta pública de adquisición (OPA) de la emiratí Taqa sobre Naturgy, aunque aseguró que eso “no significa que se vete a ninguna empresa ni a ningún inversor”. Ribera recordó que cuando se trata de una empresa estratégica, como Naturgy, primera gasista y tercera eléctrica del Estado, es necesario “permanecer obviamente vigilantes, velar por el buen funcionamiento de estas empresas, por su estabilidad y por la seguridad del conjunto del sistema energético”. Respecto a la posición contrario de Sumar, socio de Gobierno del PSOE, Ribera recalcó la “necesidad de estar vigilantes” ante una posible operación sobre Naturgy y de “garantizar la seguridad energética y la defensa de los intereses estratégicos de España”.
División en el Gobierno español
Sobre Naturgy ha hablado también la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien preservar la compañía como “siguiente hito en la defensa de lo estratégico y lo común” y apeló a la necesidad de contar en estas empresas con “núcleos estables de accionistas comprometidos con el país”.
Díaz insistió en que estas empresas son “un elemento de centralidad de país” e incidió en que el Gobierno Sánchez “no puede ni debe de eludir” este tema. “El mejor seguro frente a esta incertidumbre es la participación pública, a veces muy importante en las empresas estratégicas, como ha pasado con Telefónica”, añadió. La segunda opción, argumentó, “pasa por la promoción de núcleos estables de accionistas comprometidos con el país, que es fundamental para el buen desarrollo de las empresas”.