La presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, mostró ayer su sorpresa y “perplejidad” por la decisión del Gobierno español de declarar la Casa de Juntas de Gernika como lugar de memoria en recuerdo al bombardeo de la villa, con el total desconocimiento del Parlamento foral, lo que supone, según afirmó, “una falta de respeto y una desconsideración” para la institución vizcaina. La presidenta de las Juntas evidenció su pesar por “habernos tenido que enterar por los medios de comunicación de este tema tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), cuando el propio ministro Bolaños estuvo en la Casa de Juntas de Gernika”. “Espero que el Gobierno español rectifique y deje sin efecto su anuncio de pura propaganda y desconocimiento de la simbología y el significado que para los vizcainos y vizcainas tienen las Juntas Generales, su sede parlamentaria y el árbol que cobija”, dijo Otadui.
Asimismo, y después de que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, declinara pedir perdón por el bombardeo de Gernika en 1937, tal y como le reclamaba el Gobierno Vasco, el PNV ahondó en que el “reconocimiento” por parte del Ejecutivo español de aquella masacre “está tardando en llegar”. “Cuando se ha sufrido tanto, cuando ha habido tantas víctimas, es preciso no olvidar”, precisó el responsable institucional de la formación jeltzale, Koldo Mediavilla, que agradeció la asistencia del dirigente socialista a los actos de conmemoración celebrados en la localidad vizcaina al tiempo que demandó a Moncloa pasos más audaces en este sentido. Frente a “quienes determinan que el lehendakari o que el pueblo de Gernika está solicitando algo verdaderamente inusitado” con esta petición, la fuerza nacionalista recordó que en 1997 el presidente de Alemania “hizo un pronunciamiento en el que asumía la barbarie de Gernika”, pese a que el país y el gobierno que presidía “nada tenían que ver con la Alemania nazi que sustentó la legión Cóndor”.
Según indicó Mediavilla, “aquel reconocimiento fue muy valorado y muy sentido por los descendientes y por las víctimas, y estamos esperando de una manera persistente que el Gobierno español o el Estado español haga un reconocimiento en tal sentido, que está tardando en llegar”, reiteró en Radio Popular-Herri Irratia.
Declaración de perdón
Para el jeltzale, “las víctimas y la mentira que históricamente sustentó el régimen y el Gobierno español durante tantos años de lo que en Gernika había acontecido merece, por lo menos, una declaración pública de respeto, de reconocimiento y de perdón”, pese a que la presencia de Bolaños el pasado miércoles supone “un paso en la buena dirección en lo que viene a ser la recuperación de la memoria democrática”. La visita del miembro del Ejecutivo de Pedro Sánchez a la villa foral había generado una considerable expectación al tratarse de la primera vez que un ministro acudía a los eventos que anualmente recuerdan aquel bombardeo sobre población civil y, además, existía interés por conocer su postura ante las recurrentes apelaciones al Ejecutivo español para que pida perdón por el bombardeo.
El propio Iñigo Urkullu había señalado en un vídeo, publicado antes del acto, que “celebra y agradece” la asistencia de un ministro, matizando que “el Estado tiene pendiente realizar un gesto solemne de reparación moral e institucional hacia Gernika”. Bolaños se limitó a subrayar su “orgullo” por “representar al gobierno legítimo que en aquel momento fue atacado por el bombardeo indiscriminado de los nazis, de los fascistas”.