El Grupo Mondragon ha celebrado hoy su congreso anual a cuyo término su presidente, Iñigo Ucin, ha comparecido para abordar una de las cuestiones más polémicas que, sin estar en el orden del día, se ha tratado como es la posibilidad de que Ulma y Orona salgan de la alianza. Según ha señalado, a estas dos cooperativas les beneficia mantenerse en el grupo por la fortaleza que aporta la colaboración entre empresas ante un escenario económico incierto.
“Compartimos valores, existen muchísimas oportunidades reales de intercooperación y entendemos que juntos somos más fuertes en este escenario mundial cada vez más complejo y lleno de incertidumbres”, ha señalado Ucin, quien ha incidido en que la alianza cooperativa con sede en Arrasate surge como “un proyecto colectivo en el que participan todas las cooperativas”.
En esta coyuntura, ha considerado que “cualquier enfoque que nos haga más pequeños, que debilite nuestras fuerzas y nos reste capacidad de cooperación en conjunto” dificultará la misión del Grupo Mondragon de legar a las generaciones futuras el compromiso de las anteriores “que fueron quienes pusieron en marcha nuestros negocios”. Sin citarlo, el presidente del Grupo Mondragon ha enviado así un mensaje a Ulma y Orona, que durante estas semanas plantean entre sus socios un modelo de relación con la alianza cooperativa diferente de la existente, sin descartar el abandono del grupo.
A este respecto, Iñigo Ucin ha asegurado que no tienen ninguna notificación oficial sobre esta postura, ante lo que “no podemos comentar la situación sin conocer los motivos reales”. No obstante, ha admitido que la situación generada por estas dos cooperativas con sede en Hernani y en Oñati “no beneficia a nadie”.
DIÁLOGO
El presidente del Grupo Mondragon ha reiterado la disposición al diálogo con Ulma y Orona, con quienes “seguimos visualizando un futuro” en común, y ha recordado que esta corporación cooperativa “es el espacio natural” de ambas, aunque también ha asegurado que los órganos de gobierno de Mondragon “respetarán” la decisión que tomen los socios.
En su opinión, la fortaleza de esta alianza cooperativa se ha logrado gracias a “la autonomía de los negocios, la libertad en la gestión, la solidaridad y la intercooperación”, valores que ha avanzado que seguirán defendiendo, con especial atención a la solidaridad puesto que “en su trayectoria de 66 años, Mondragon ha dado siempre un paso al frente para ayudar a todas y cada una de las cooperativas que lo han necesitado”.
Esta actitud será la que siga defendiendo la alianza cooperativa, ha dicho Ucin, con los principios de respetar “al máximo” las decisiones adoptadas por los órganos de dirección de las cooperativas que la integran y la presencia de todas ellas “con fidelidad” en los órganos de representación del Grupo Mondragon.
PONENCIA
Al margen de la situación creada por Ulma y Orona, el primer congreso del Grupo Mondragon con Leire Mugerza como presidenta ha aprobado por unanimidad una ponencia que adecua las aportaciones de Caja Laboral a los fondos e instrumentos de intercooperación y solidaridad y que, según ha asegurado el grupo con sede en Arrasate, no afecta a las cooperativas ni a sus aportaciones.
Ucin ha explicado que se trata de adaptar la entidad financiera cooperativa a la regulación “cambiante” con el objetivo de mantener la relación que actualmente existe entre Caja Laboral y el Grupo Mondragon, “articulando su formato sobre unas bases sostenibles y compatibles con la supervisión bancaria”.
La alianza aúna a cerca de un centenar de cooperativas, ocho fundaciones, una mutua, diez entidades de cobertura y más de 80.000 empleados que se distribuyen por todo el mundo, gracias a la proyección internacional que caracteriza a muchos de los negocios integrados en el grupo.