El día después del insípido empate de anoche en Glasgow ha dejado la consiguiente reflexión de José Manuel Monje. Vistos los más de cien minutos del duelo en Ibrox, “estoy defraudado porque el Athletic se tenía que haber marchado con un resultado que dejase la eliminatoria prácticamente ventilada. Más a huevo no se le puede poner”.
“Ayer es la misma peli que contra la Roma. Y además, juegas contra un rival que tiene unos problemas tremendos, histórico que el Rangers haya perdido cinco partidos consecutivos en casa, y un jugador de ellos es expulsado. Ya veía la eliminatoria absolutamente decantada”, pero no, porque “ni con un penalti a favor ni con un jugador más, es incapaz de marcar y de hilar fútbol. No le vi fútbol, todo por la banda derecha hasta que Berenguer salió en banda izquierda, que salió y aportó”, comenta el jefe de deportes de ONDA VASCA.
Los 'determinantes' tres de arriba
Y es que “los tres de arriba son definitivos y, si no están bien, es un equipo normalito. Si no resuelven, tenemos un problema, y ayer lo volvimos a demostrar. Se ha acentuado en los últimos tiempos que el salto cualitativo que ha pegado en el último año y medio es el acierto de estos tres, Iñaki, Nico y Sancet. Sus goles y las jugadas que provocan”, menciona Monje en ‘La Movida Deportiva’.
Además, el míster evidencia no atravesar por el mejor de sus momentos. “No me gusta el Athletic y no me gusta Valverde. Probablemente un grandísimo entrenador y el mejor entrenador que puede tener el Athletic, pero lleva varios partidos con una reacción en el banquillo inexistente. No hubo opciones jugando contra diez. No cambió absolutamente nada, no hizo ancho el campo ni jugó con velocidad”.
“No se le desgasta al Rangers como se desgastó a la Roma, se le pregunta por la falta de gol y está nervioso o enfadado. En el entrenamiento no le gustaba cómo estaban el campo ni las porterías. Le noté nervioso y ayer se le vuelve a preguntar por lo mismo y responde “estoy encantado de no recibir un gol en los últimos tres partidos. Una maravilla”. Está enfadado, y me parece muy bien, pero que lo esté de puertas hacia adentro en su vestuario”, menciona Monje, reiterando que “no me gustó el equipo. Plano, sin ideas ni capacidad de reacción, pero está convencido de que, en lo futbolístico, le va a dar la vuelta a esto” con vistas al decisivo encuentro del jueves en La Catedral.