Dentro de pocas semanas finalizarán las obras del nuevo colector que dará servicio a la localidad de Montevite, con o que las aguas residuales y las pluviales recibirán el tratamiento adecuado que hasta ahora se llevaba a cabo en una fosa séptica y posteriormente se derramaban en una sima cercana.
La situación quedará arreglada gracias a una iniciativa de la Diputación Foral de Álava, que encargó un estudio previo para solucionar el problema y que en septiembre del año pasado adjudicó las obras cuya infraestructura estará finalizada a lo largo de las próximas semanas. Para comprobar el estado de esa actuación este miércoles recorrieron el lugar la directora foral de Medio Ambiente, Natividad López de Munain y representantes municipales.
De este modo, el nuevo colector de 2,7 kilómetros se inicia en las proximidades de la fosa actual, para después, atravesar varias parcelas, discurrir en paralelo a la carretera A-2622 y finalmente aprovechar la existencia de un camino hasta llegar a Ollávarre. Todo el recorrido es en gravedad, sin necesidad de llevar a cabo ninguna impulsión.
Hasta Iruña de Oca
Desde ese punto, las aguas residuales de Montevite van a ser conducidas hasta la estación de aguas residuales de Iruña de Oca, conjuntamente con las aguas fecales de Ollávarre, aprovechando el colector ya ejecutado.
La institución foral ha destinado una inversión de 745.460 euros en esta infraestructura hidráulica que minimizará los gastos de explotación y contempla un trazado con menor impacto sobre el paisaje y los hábitats naturales con respecto a otros trazados iniciales.
"Esta actuación da respuesta a una de las necesidades identificadas dentro del Plan Director de Abastecimiento y Saneamiento del territorio histórico de Álava 2016-2026 y es uno de los compromisos de esta Diputación en la actual legislatura" ha explicado a pie de obra, Natividad López de Munain.