En los últimos años ha habido un alarmante aumento en las patologías relacionadas con la vista. Esto se debe a varios factores entre los que destacan el envejecimiento de la población, la creciente exposición a dispositivos electrónicos y la urbanización. Cada vez son más las personas que sufren problemas oculares que afectan a su bienestar general y entre ellos se encuentran las moscas flotantes.
Las moscas o formas flotantes aparecen en nuestro campo de visión a partir de cierta edad. Se conocen también como miodesopsias y normalmente se deben al envejecimiento del humor vítreo, la sustancia transparente que rellena los globos oculares. Para saber más de esto, nosotros te contamos en qué consiste este fenómeno y cuándo deberemos preocuparnos.
Las moscas flotantes
Las moscas flotantes o volantes son un fenómeno muy frecuente. Mucha gente las describe también como motas de polvo dentro del ojo, puntitos, manchitas o hebras. A pesar de su gran variedad de nombres, a lo que nos referimos es a unas pequeñas formas que uno ve flotar en su visión.
Estas formas se caracterizan por no estar fijas, se desplazan con la inercia de los movimientos oculares y no impiden la visión, tan solo la dificultan. Con el tiempo, la persona afectada se acaba acostumbrando a ellas, aunque en algunos momentos pueden resultar más perceptibles que en otros.
¿Por qué aparecen?
Su aparición está estrechamente relacionada con el envejecimiento, aunque también puede haber otras causas. Con el paso de los años, el humor vítreo, una sustancia gelatinosa que rellena por dentro el globo ocular y que ocupa la mayor parte de su volumen, se comienza a deshidratar. Así pasa de ser una sustancia homogénea a tener áreas más líquidas y otras más densas, y da lugar a condensaciones o moscas que interrumpen su transparencia natural.
Otras posibles causas de las miodesopsias son las hemorragias en el globo ocular, frecuentes en personas diabéticas, las lesiones oculares o los procesos inflamatorios que suceden en el interior del globo ocular, como las denominadas uveítis, una inflamación de una de las capas del ojo, la úvea.
Cuándo debemos preocuparnos
Aunque en un principio las moscas volantes son inofensivas, hay situaciones en las que se debe acudir al médico. Por ejemplo, si las moscas aparecen de forma brusca y gran cantidad, si cambian significativamente de apariencia, si permanecen fijas o si aparecen junto a otros síntomas como visión de destellos, deslumbramiento, pérdida de agudeza visual o pérdida de visión u oscurecimiento de un segmento del campo visual, es conveniente consultar a un especialista.
Estos síntomas o signos de alarma pueden ser indicativos de problemas mayores, como un desprendimiento del vítreo o de la retina, condiciones que requieren intervención médica urgente.
Ejercicios que pueden ayudar
Aunque ya sabemos que es probable que en algún momento comencemos a ver moscas flotantes, los oftalmólogos sugieren una serie de cambios en los hábitos y una evaluación emocional para ayudar a reducir la visión de estas moscas. Parpadear cada dos segundos, mirar de lejos cada 25 minutos, practicar el palmeo (frotar las manos y colocarlas sobre los ojos cerrados durante al menos un minuto, tres veces al día) y el asoleo (dirigir los ojos cerrados hacia el sol y girar suavemente la cabeza) son algunos de estos ejercicios.
Además, la relajación es fundamental para reducir las miodesopsias. El componente emocional juega un papel muy importante en la aparición de las moscas flotantes. Los problemas y frustraciones diarias pueden influir es gran medida. Es por esto que reflexionar sobre estos elementos molestos y adoptar una actitud más relajada puede ayudar a reducir su presencia.
Y ahora que ya sabes qué son las moscas flotantes, dales la importancia que se merecen y acude al médico en caso de que los síntomas comiencen a ser más graves.