Era noviembre de 2015 cuando a María José Etxeberria le diagnosticaron cáncer de mama. "Se me paró el mundo", comenta Etxeberria que ahora, con 54 años, se encuentra totalmente limpia de la enfermedad. Fue con 47 años cundo recibió la que ha sido una de las noticias más duras de su vida, "me preguntaba qué iba a ser de mi".
Todo comenzó una tarde, mientras practicaba deporte. "Se me puso un dolor como muscular en la parte de arriba de la mama derecha, hacia la axila, que ni por la noche, ni a la mañana siguiente se me pasaba". Etxeberria siempre había tenido esa mama más densa y fibrosa de lo normal, razón por la que seguía revisiones rutinarias, sin complicación alguna.
Regresó al médico por ese dolor, que ella describe como leve pero intenso. "Me hicieron una ecografía, donde desde el primer momento vieron que algo no pintaba bien", cuenta. Continuaron realizándole exámenes y pruebas. Al final, el diagnóstico era claro: tenía dos tumores en la mama derecha; uno en la zona de arriba, donde el dolor le alertó, y el otro, en la parte inferior, zona la cual le controlaban con asiduidad.
Una vez con el diagnóstico entre manos, tocaba comenzar con el tratamiento. "Al principio me dijeron que seguramente me tendría que dar quimioterapia y radioterapia". Sin embargo, tras analizar los tumores en Estados Unidos, Etxeberria acabó recibiendo un tratamiento de cinco años a base de pastillas, denominado tamoxifeno. El proceso fue largo y nada fácil. "El tratamiento me sentó fatal, sentía mucho cansancio y agotamiento", declara
"Yo lo tenía claro"
Los médicos le notificaron que debía pasar por el quirófano para someterse a una mastectomía. Asimismo, le preguntaron si tras ello, quería realizarse la reconstrucción del seno extirpado. "Yo lo tenía claro, sí lo quería hacer", y así lo hizo. "Tras recuperarme de la mastectomía me pusieron un expansor; después, la prótesis mamaria. En otra pequeña operación me hicieron el pezón; y finalmente, la micropigmentación para la areola", detalla.
"Muchísimas hemos salido"
María José Etxeberria es miembro de la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama y Ginecológico de Gipuzkoa, Katxalin. Asociación que hoy celebrará la Marcha Solidaria Katxalin, para dar visibilidad a esta enfermedad e incidir en la importancia de seguir investigando. De esta manera, se espera que al rededor de 5.000 personas se reúnan en Donostia para luchar contra esta enfermedad que a tantas mujeres afecta.
Etxeberria lanza un mensaje esperanzador: "Quiero decirles a todas esas personas que están pasando por este complicado proceso que tengas mucha paciencia y ánimo. Que tengan presente que muchísimas hemos salido y estamos perfectamente".