A Osasuna lo tumbaron con dos goles en el primer tiempo, en un margen de nueve minutos de noqueo y desplome, y ya no logró reanimarse y reaccionar. En un encuentro importante, en el que se suponía igualdad de fuerzas entre contendientes parejos, el Celta logró un triunfo cómodo ante los rojillos, demasiado condescendientes en las jugadas de los dos goles, inofensivos cuando les tocó elaborar para encontrar el camino del peligro.
En un partido con un inicio excelente pero de corta emoción, Osasuna volvió a verse condenado por su incapacidad ofensiva, en la que la ausencia de ocasiones, lógicamente, fue la antesala de la imposibilidad del gol. Frente al Celta, el equipo de Arrasate no estuvo bien y volvió a notar la herida de las dudas, aparentemente taponada por la victoria ante el Cádiz, pero que sigue abierta. El derroche de los futbolistas no acaba de cobrarse un premio acorde, y la insistencia no se muestra como el mejor camino cuando se cae con ahínco en la previsibilidad. Un rival directo se mostró a la postre superior y eso es uno de los asuntos que duelen, y para los que hace falta una inmediata búsqueda de soluciones.
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Osasuna empezó bien el partido, mucho mejor que el Celta, ocupando el campo con más tino, con más ímpetu en las primeras acciones –las primeras de verdad, porque no duraron más de diez minutos–, e incluso haciendo temblar el larguero en un derechazo de Budimir, tras un buen centro de Kike Barja. Antes, ya había rondado en área del equipo local con tres centros peligrosos, de los que no sientan bien a las defensas, y estaba realizando un despliegue interesante. Todo circulaba bien para un equipo atrevido y serio, con la zaga rojilla firme pese a las variantes –el debutante Unai Dufur estuvo correcto–, y una vitalidad apreciable.
El partido se resquebrajó en una jugada puro desorden, de ataque y defensa. Hugo Mallo, ya con su gorro de waterpolo tras haberse hecho una brecha en la cabeza por un golpe con Budimir, se fue por el interior tan campante, buscó un apoyo por ahí mismo y le llegó otro tras la aparición de un extremo, Cervi, como delantero de área. Un caos, para todos. El lateral le pegó con la izquierda desde el borde del área y sorprendió a Sergio Herrera, que no anduvo fino.
Agrietado el encuentro, se rompió del todo poco después, nueve minutos más tarde, cuando Osasuna sufrió una jugada de fantasía por su banda derecha, taconazo incluido, pecó de falta de contundencia –la acción se había venido montando con mil toques desde el campo del Celta– y Santi Mina terminó rematando casi sin oposición. Puntería pura, dos goles, dos golpes y a la lona. El partido terminó.
Tras haber concluido abrumado por su rival, Osasuna quiso pero no logró montar una reacción en la reanudación. Presionó al Celta desde el primer minuto, se entregó con ganas y honradez, pero no dejó de ofrecer la imagen de un grupo esforzado y aseado, incapaz de revolverse de verdad ante su castigo, contra el destino de su condición de visitante. Hubo un instante de emoción en un centro al que no llegó Kike Barja, en posiciones de remate en el área, pero nada más. Los rojillos no llegaron a crear peligro a peligro pese a que se hartaron de meter balones –servicios blandos para la zaga local– y el Celta, cómodo, consintió en esta situación de dominado sin sustos. Arrasate, mediado el segundo tiempo, metió cambios –los primeros en entrar fueron Kike García y Chimy Ávila– y continuó en el tramo final echando mano de otro chaval, Iker Benito, junto a Roberto Torres y Manu Sánchez. Nada varió en un Osasuna cada vez más crispado y menos lúcido. Incluso el Celta tiró a puerta sin mucho interés en el descuento, y casi la cuela. Osasuna nunca probó a Dituro. En una mala tarde, lo que quedó claro en Balaídos es que del bache aún no se ha salido. Y que las dudas aún arden.
Ficha técnica:
2 - Celta:0 - Osasuna: Sergio Herrera; Nacho Vidal, Dufur, Juan Cruz, Cote (Roberto Torres, min.78); Torró (Chimy Avila, min.68); Barja (Manu Sánchez, min.78), Darko, Moncayola, Rubén García (Benito, min.78); Budimir (Kike García, min.68).
Goles: 1-0 Hugo Mallo, min.29; 2-0 Santi Mina, min.37
Árbitro: Cordero Vega (colegio cántabro). Amonestó a Javi Galán (min.31) y Benito (min.84) y Nacho Vidal (min.92).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo primera jornada de LaLiga Santander disputado en Balaídos ante 8.837 espectadores.