altsasu– Después de 83 años de actividad ininterrumpida, hace unos días echó la persiana Muebles Vergara, el segundo negocio en antigüedad en Altsasu. Y es que a Peio Vergara le ha llegado la hora de la jubilación, una nueva etapa que este altsasuarra piensa aprovechar. Estos momentos de despedidas también son de recuerdo y de agradecimiento, a su clientela en general y en especial a su padre, Nicolás Vergara, que puso en marcha el negocio en 1939, en un principio como carpintería-ebanistería y en 1972 en tienda de muebles, momento en el que se incorporó su hijo.
Eran años de grandes cambios en la villa, de la llegada de cientos de personas en busca de una vida mejor y que al principio no lo tuvieron fácil. "Se puso de moda el pago a plazos. Pero a veces no llegaban y mi padre les decía que pagarían cuando pudieran. Había un trato directo, una confianza", observa. "Mucha gente recuerda a mi padre como señor Nicolás, no porque fuera grande, sino porque ayudó a muchos. Por gratitud".
Muebles Vergara también ha sido testigo de los cambios en el mobiliario y de la transformación de la calle Zelai. "Estaba nuestra fuente principal al comienzo de la calle, nuestros árboles, acacias, nogales, robles, sauces llorones... La fuente más pequeña, con su aska, compartida con nuestros animales caseros, las vacas, ovejas, cabras, caballos..." rememora. Asimismo, destaca que por esta calle pasaba la antigua N-1,en su día la principal arteria comercial de Altsasu. "He contabilizado 98 negocios ", observa, al tiempo que muestra un listado de tiendas y pequeñas empresas que había en la calle Zelai y de las que apenas quedan cuatro.
La antigua N-1, la general como se decía en Altsasu, era una importante fuente de ingresos para estos negocios. La variante, abierta en 1982, desvió el paso de buena parte de los 10.000 vehículos que circulaban a diario. "Teníamos un buen número de clientes guipuzcoanos que iban a Urbasa y se detenían en Altsasu, sobre todo de Idiazabal, Segura y Zegama", apunta. "La variante se notó y pasaba menos gente. El comercio sufrió un poco pero se ganó en seguridad", comenta. Y es que la historia de la calle Zelai también es la de numerosos accidentes, algunos mortales.
Además, la N-1 era uno de los entretenimientos para la población, sobre todo en verano, con el paso de numerosos coches extranjeros en tiempos en los que los coches eran un lujo, cómo recuerda Peio Vergara, automóviles de todo tipo que algunos altsasuarras veían pasar cuando levantaban la vista de la trilladora que estaba al final de la calle, en Ollerosoro, dónde se ubica en la actualidad la Clínica Josefina Arregui.
"Ahora, en el momento de la jubilación, recuerdo los años pasados y todo lo que he conocido en este rincón de la villa", cuenta Peio Vergara, que nació el 20 de marzo de 1956 en la calle Zelai. "Quiero desear salud y felicidad para los que estamos y un recuerdo emotivo para los vecinos y vecinas que ya no están con nosotros", destaca. Asimismo tiene un recuerdo especial para los más mayores. José Bergera, nacido en 1925, que encabeza una larga lista: Vicente Tobar, Conchi la ferretera, Araceli la lechera, Mari Gasi la modista, Aurita, Lola Hernando, Tere Larrea, Conchi la francesa, Juan Cruz Bengoetxea y Conchi, José Luis Fernández el herrero... También tiene un recuerdo a las familias que vinieron de otros lugares, sobre todo a las de los ferroviarios, entre las que está su familia materna; y de Extremadura, con especial cariño a Vitori Cid, Brígida Fernández, Josefa Morcillo, Luisa Notario y Victorio Juánez.
DEPORTISTA "A partir de ahora viajar y el deporte serán mi prioridad. En el Campeonato de España de Duatlón Avilés me clasifiqué para el Campeonato de Europa que se celebrará el 17 de septiembre en Bilbao. A ver si consigo pase para el Mundial en Ibiza", apunta. Lo cierto es que Peio Vergara es un deportista nato, una persona que ha estado vinculado desde su juventud al deporte, tanto en el ámbito privado como público. "Con 16 años me llamó el maestro Carlos Macho para poner en marcha el deporte escolar en Altsasu. Llegó a contar con 35 monitores para poder desarrollar dos diferentes deportes. Yo era el coordinador y responsable", cuenta Peio Vergara. También puso en marcha unas miniolimpiadas y fue entrenador de balonmano en diferentes equipos de Altsasu y Etxarri además de jugador de este deporte.
No obstante, ha practicado sobre todo atletismo. Así, es uno de los promotores del club de atletismo Dantzaleku Sakana, referente en la organización de pruebas deportivas además de colaborar en buena parte de las actividades relacionadas con el deporte que se organizan en la villa. Lo cierto es que con el cierre de Muebles Vergara también se pierde un espacio de reunión de este club y también el lugar al que acudir en busca de ayuda para dar forma a una idea solidaria o cualquier otro tipo de evento, dónde Peio Vergara siempre recibía con los brazos abiertos.
Su trayectoria deportiva ha sido reconocida con una mención especial de la Mancomunidad de Sakana en 2007 y medalla de plata al mérito deportiva, concedida por el Gobierno de Navarra al año siguiente. l
"En el comercio de antes había un trato directo y confianza"
Peio vergara garcía
Comerciante jubilado